:quality(75)/author-service-images-prod-us-east-1.publishing.aws.arc.pub/elcomercio/98448bc7-d1ed-47a1-909e-fbdec178cdcd.jpg "Foto de Redacción Diario Correo")
Un controvertido nombramiento en el Ministerio de Salud (Minsa) ha desatado una crisis que podría costarle al país más de 300 millones de soles. El proyecto, financiado parcialmente por el Banco Mundial y orientado a fortalecer la infraestructura sanitaria del país, se encuentran al borde de la cancelación tras la designación de una funcionaria con antecedentes judiciales.
Según el reportaje de Cuarto Poder, fue la designación de Consuelo Perales Mesta como coordinadora del proyecto que rompió los lazos entre ambas instituciones, pues el Banco Mundial solicitó una restructuración del equipo de trabajo, lo cual no se cumplió.
Se cuestiona que Perales Mesta, exfuncionaria del hospital regional de Lambayeque y actual militante de Alianza Para el Progreso, enfrenta un juicio pendiente por presunta malversación de fondos públicos destinados a programas de salud materna, VIH y tuberculosis.
El convenio, firmado en 2021, contemplaba un financiamiento de 68 millones de dólares del organismo internacional. Sin embargo, uno de los requisitos clave era que la contratación de puestos estratégicos fuera aprobada por el Banco Mundial, condición que el Minsa decidió ignorar.
A la fecha, se han desembolsado cerca de 24 millones de soles, sin que se haya iniciado una sola obra, un dinero que debería ser devuelto si se rompe este convenio. Desde enero de 2023, apenas se ha ejecutado el 8% del proyecto. El 8 de setiembre pasado, el Banco Mundial reiteró la necesidad de reestructurar el equipo técnico bajo estándares mínimos de calidad. En lugar de acatar la recomendación, el Minsa no accedió.
Al respecto, el experto en salud pública, Omar Neyra, manifestó que romper este convenio perjudicaría al ciudadano de pie, ya que el presupuesto que ahora sería destinado por el Estado y ProInversión perjudicaría la compra de medicamentos, construcción de hospitales, mejoramiento en centros de salud y otros.
“Este gobierno habría decidido no seguir este proyecto porque cuando alguien te financia, te controla, asegura calidad de gasto. Ahora dejará de comprar medicamento, deja de atender pacientes para contratar sus funcionarios y ese dinero va a ir a las carcas de alguien y no al beneficio del Estado”, indicó Omar Neyra.
El Banco Mundial ha manifestado su disposición a concluir el apoyo financiero, pero espera una comunicación oficial del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), que ahora deberá decidir si respalda la decisión del Minsa o busca una salida que evite perder la inversión.
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