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El tacneño ex primer ministro del gobierno de Ollanta Humala, Óscar Valdés Dancuart, pasa a la crítica dura y a recordar los entretelones del poder compartido. Quizá porque ahora preside el Movimiento Cívico Peruano y es aspirante a la Presidencia de la República, el también dueño de una fábrica de fideos no solo demanda que un diplomático de carrera se ponga al frente de Torre Tagle, sino que también usa la metáfora de un "caballo con mucho garbo" para referirse al premier César Villanueva, lamentando su silencio sobre el caso López Meneses.

¿Cómo dio el salto a candidato?

Después de ser Premier, regresé a mi fábrica y a mi familia. Pero los acontecimientos que pasaron después me han hecho ver que no ha sido suficiente lo que yo he aportado a mi país. Y mucha gente me lo ha hecho saber. Mi movimiento busca crear una nueva clase política. Hay que hacer la tarea completa.

Busca ser presidente pero ¿cree que es conocido a nivel nacional?

Haber sido ministro del Interior y luego Premier me ha permitido ser conocido a nivel nacional, pero soy consciente de que no ha sido suficiente un año. Por mi negocio, yo me muevo por todo el sur y la gente sí me recuerda.

¿Y el sur no era un baluarte del Partido Nacionalista? ¿Por qué no postular con ese partido?

Fui un invitado del presidente Humala. Pero durante el año que estuve en el Gobierno, yo no era muy favorecido por las huestes nacionalistas, particularmente por los congresistas. Ellos tenían otra agenda, la de la "Gran Transformación", y yo tenía la de la "Hoja de Ruta". Eso de repente me alejó de las bases nacionalistas.

Mucho triunfalismo

Usted es tacneño. ¿Qué le parece el fallo de La Haya?

El Perú ha perdido. Se ha hecho mal en ser triunfalistas. No teníamos nada que festejar. ¿Y esto a qué se debe? Tanto los convenios de pesca de 1952 y 1954 fueron claves para el fallo de La Haya y fueron acciones que el Perú suscribió. Otro fue aceptar los faros de enfilamiento, en 1968; eso nos ha demandado que la frontera marítima se señale desde el Hito 1. Tenemos que hacer una profunda reflexión de todo lo malo que hemos hecho. Si vemos el mapa de 1823, a la fecha hemos perdido con todos. Incluso cuando hemos ganado un conflicto militar, lo hemos perdido con la diplomacia; recuerden el Falso Paquisha, época donde yo fui capitán en la frontera.

¿Ese triunfalismo es decisión del Presidente o de la canciller Eda Rivas?

Cualquier gobierno utilizaría el fallo para posicionarse mejor. Sobre la Canciller, nunca debimos enfrentar el dictamen de La Haya con gente que no sea experta en el tema. Eda Rivas podrá ser buena persona, pero no es experta en el tema diplomático, y ya vemos que se han cometido errores: en la cita presidencial de Cuba se habla del término "gradual" y se saca el "2+2", cosa que no debió hacerse. El Perú debió exigir el cumplimiento de La Haya a nivel país a país. El "2+2" ha sido entrar al juego de Chile, porque ellos habían congelado ese mecanismo. Se debe denunciar al mundo las dilaciones de Chile.

¿Por qué no Rivas?

En la Cancillería debemos tener a alguien de carrera, alguien que le diga al Presidente: "No acepte usted el '2+2'".

Cuando usted fue Premier, ¿acaso estaba en Torre Tagle un experto?

Estaba Rafael Roncagliolo, pero él sabe muy bien que yo no estaba de acuerdo.

Usted era el Premier y usted propuso a los ministros.

Lo que pasa es que cuando usted entra al premierato, conversa con el Presidente, pero no quiere decir que él le va a aceptar todo lo que se le propone. Como se avecinaba La Haya, hemos debido tener un diplomático de carrera ahí, y también un ministro de Defensa que conozca mucho el ramo y que no sea tan confrontacional.

¿Roncagliolo no fue de su agrado entonces?

¿Recuerda el caso de la fragata inglesa? Ahí se notó que no había un manejo apropiado de los temas diplomáticos. Igual en Interior: no se necesitan buenas personas, sino un buen gestor que conozca de inteligencia, de instituciones policiales, de criminalidad.

Premier parsimonioso

¿César Villanueva es un buen premier?

Es un hombre muy pausado. Diría que contribuye al país, pero en cuanto al premierato, necesitamos un corcel brioso, no un caballo con mucho garbo.

¿No está siendo un corcel brioso?

Cuando salió el caso López Meneses, Villanueva debió salir al frente; la no salida de él hizo que el Presidente salga.

¿La Primera Dama participa en la elección de ministros?

Siempre entendí que el caso de Nadine era diferente al de otras primeras damas, porque había sido la cofundadora del partido, era del CEN y participó activamente en las dos campañas electorales. Tenía todo el derecho de asesorar a su esposo en la conducción de su partido y su gobierno. En lo que no estuve nunca de acuerdo es en esa invasión.

¿Hubo intentos de invasión?

Recuerdo una vez que dijeron que yo había prohibido a los ministros ir a la oficina de la Primera Dama, y eso fue cierto. Había que defender la majestad del puesto de premier.

¿Fueron varios los ministros que iban al despacho de Nadine?

Yo los encontré en una oportunidad, y por eso les llamé la atención. Les dije que cualquier cosa que tuvieran con la Primera Dama, yo debería ser el primero en enterarme. A veces los ministros iban con la Primera Dama a provincias, como la ministra de Inclusión, que está íntimamente vinculada con las actividades de la Primera Dama. Entonces teníamos que distinguir que era una actividad así o ir al despacho a dar cuenta. O como salió en los diarios: la famosa "luz verde".