Ayer, el Congreso de la República tuvo en sus manos la oportunidad de mejorar su alicaída imagen al mostrar a la ciudadanía que la tan conocida frase “otorongo no come otorongo” quedó en el olvido pero, de los cuatro casos que debió votar para suspender a igual número de parlamentarios castigados por la Comisión de Ética, solo uno de los informes logró las adhesiones necesarias y blindó a los otros tres.

De vuelta. El primer informe de la Comisión de Ética en debatirse fue el que pedía suspender por 60 días al parlamentario de Fuerza Popular Luis Cordero Jon Tay por, presuntamente, a través de terceros presionar a su expareja para que se retracte de una denuncia por agresión en su contra.

En este caso, el pleno aprobó una cuestión previa presentada por el congresista Héctor Valer para que el mencionado informe vuelva a la Comisión de Ética a fin que se incorpore el archivamiento en el Ministerio Público de la denuncia por agresión presentada por la expareja de Cordero Jon Tay.

La votación de la cuestión previa se aprobó con 74 votos a favor, 30 en contra y una abstención.

Durante la exposición del informe, la titular de la Comisión de Ética, Karol Paredes (Acción Popular), sustentó los hechos imputados al parlamentario y sostuvo que el grupo de trabajo “ha respetado la presunción de inocencia y el debido proceso”, mientras que la defensa de Cordero Jon Tay se basó en que la denuncia había sido archivada y que el presunto amedrentamiento no fue realizado por el mencionado parlamentario.

En el debate, el primero en tomar la palabra fue el legislador Edwin Martínez (Acción Popular). Este abrió fuegos con un argumento que se iba a repetir en la mayoría de los debates posteriores: los informes de la Comisión de Ética están sustentados en reportajes de diversos medios de comunicación.

“Estamos siendo marionetas del poder mediático de la prensa. Quiero recordarles que son congresistas, líderes de su comunidad, electos por miles de sus vecinos”, cuestionó el parlamentario que también está comprendido en la investigación del caso “Los Niños” y sobre quien pesa un pedido fiscal de 11 años de prisión por presunto lavado de activos.


OTRO Salvado. Otro caso de otoronguismo se vivió con el congresista de Acción Popular Jorge Flores Ancachi, quien pese a que confirmó la existencia de los llamados “Niños, el pleno del Congreso decidió no respaldar el informe de la Comisión de Ética que recomendaba suspenderlo por 120 días por pertenecer a esta presunta organización criminal.

“El único motivo que me ha llevado a seguir a los denominados ‘Los Niños’, porque niño no soy, es buscar esa carreteza Ilave-Mazocruz que hasta ahora no se ha licitado.

Siento la culpa que yo he traicionado a ese pueblo aimara (...). Estoy aquí para decir lo siguiente: la Fiscalía tiene las pruebas sobre la mesa, hay que armar el rompecabezas y si soy culpable, lo pagaré, pero yo quisiera que hoy emitan un voto de conciencia. Les doy la razón a las congresistas Noelia Herrera y Ruth Luque: muchos colegas somos tontos útiles con aquellos congresistas que han sido reelectos, que han venido con malas intenciones. Yo no cuestiono el informe de Ética, lo respeto. Pero creo que se ha cometido un exceso”, dijo Flores Ancachi antes de retirarse del pleno.

Su caso fue desestimado con 68 votos en contra, 48 a favor y 8 abstenciones.

AL ALIMÓN. En el caso de Elvis Vergara, el proceso se apuró debido a que, además de Flores Ancachi, el congresista Germán Tacuri se descompensó y tuvo que ser llevado de emergencia a un nosocomio. Luego que Vergara reafirmara su inocencia se pasó al debate donde el parlamentario Esdras Medina presentó una cuestión previa para que el informe vuelva a comisión. El pedido fue rechazado con 64 votos en contra y se continuó con la sesión.

Finalmente, se dio pase a la votación donde se rechazó el informe con 60 votos en contra, 51 votos a favor y 4 abstenciones. Así la situación, dos “Niños” y un fujimorista acusado de agredir a su pareja fueron salvados blindados por un Parlamento asociado con lo ilícito.


SUSPENDIDO. A quien sus pares le bajaron el dedo fue al congresista Enrique Wong Pujada (No Agrupado).

Este fue suspendido por 120 días por interceder, según el informe de la Comisión de Ética, ante diversas entidades para que su asesor Alberto Talavera Valdivia sea nombrado presidente del directorio de la Empresa Nacional de Puertos (Enapu).

El informe para suspender al ex segundo vicepresidente del Congreso fue de 64 a favor, 28 en contra y 24 abstenciones. Una reconsideración pudo salvarlo al final de la noche pero obtuvo 64 votos cuando necesitaba 66.

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