El pasado del flamante ministro de Interior, Wilfredo Pedraza, está lleno de sorpresas y pasajes que muchos jóvenes desconocen. A él le toca, desde su sector, enfrentar el problema del terrorismo, por lo que viene analizando la política que empleará para combatir a la subversión.

Este diario le preguntó si ya se había reunido con los directores de las regiones policiales donde el azote de Sendero Luminoso aún castiga al Estado Peruano, pero él confesó que aún está pendiente dicho cónclave.

"Estoy viendo recién este tema. Por ahora estoy evaluando la situación para ver dónde hacer los ajustes necesarios", respondió.

No todos recuerdan que Pedraza fue uno de los que, junto al exministro Diego García Sayán, facilitaron la aprobación de normas que terminaron con la liberación de más de un centenar de terroristas gracias a indultos y derechos de gracia aprobados durante el régimen de Valentín Paniagua.

LOS INICIOS. Pedraza no es ningún improvisado en materia penitenciaria, pues se ha desempeñado como jefe del Inpe, pero en el pasado se dedicó a colaborar con el proceso de indultos de terroristas.

Abogado de profesión, Pedraza se inició en la Defensoría del Pueblo en 1996, para luego ser nombrado jefe del Programa de Asuntos Penales y Penitenciarios de dicha entidad, tras la promulgación de la Ley N° 26655, encargada de evaluar, calificar y proponer la concesión de indultos o derechos de gracia a personas procesadas y sentenciadas por terrorismo.

Trabajó junto al padre Hubert Lanssiers, quien fue designado vocero de dicha comisión.

Es precisamente gracias a su labor que 502 terroristas alcanzaron el indulto y que otros 33 internos, que se acogieron a la ley de arrepentimiento, lograron -gracias a la gestión de la Comisión- conmutar sus penas, según se desprende de la Resolución Defensorial 052-2000/DP, referida al trabajo de la Comisión Ad Hoc que integró Pedraza.

Sin embargo, los casos cuestionados llegarían más tarde, con el gobierno de transición de Valentín Paniagua y la administración de la cartera de Justicia de Diego García Sayán, quien ratificó a Lanssiers y a Pedraza en la Comisión de Indulto, Derecho de Gracia y Conmutación de Penas para los casos de terrorismo y traición a la patria.

Y es que durante casi el año y dos meses que duró el gobierno de transición, un aproximado de 112 terroristas, cuya autoría en actos subversivos estaba comprobada, fueron liberados.

Muestra de ello son las resoluciones que se dieron el 2 de diciembre del 2000 (11 terroristas indultados), el 5 de diciembre del 2000 (8 terroristas liberados), el 10 de diciembre del 2000 (11 terroristas indultados) y el 22 de diciembre del 2000 (4 terroristas indultados), que dan cuenta de la sucesiva liberación que autorizó García Sayán, con la venia de la Comisión de Indulto que Pedraza integraba.

En enero del 2001, entre los muchos terroristas que alcanzaron la libertad gracias a los buenos oficios de nuestro actual ministro del Interior y la Comisión, figuran Juan Wilfredo Ccarhuaz Pedraza y Genaro Niceto Cáceres Camones. Este último, un confeso terrorista que reconoció haber integrado el grupo armado senderista de Huaraz que incursionó en la localidad de Piscobamba el 24 de agosto de 1993.

CASTRELLÓN. En mayo del 2001, Pedraza participó en una reunión donde se abogó por un nuevo juicio para el terrorista panameño Pacífico Castrellón Santamaría, integrante del MRTA, tal como lo reporta la Defensoría del Pueblo Panameña. Aquí un extracto: "El Defensor (panameño) viajará con Guillermo Ríos, abogado de la Defensoría del Pueblo, y se reunirá en Perú con el capellán de la cárcel de Perú, Hubert Lanssiers; con el abogado Pedro Gamarra, defensor de Castrellón; y Luis Wilfredo Pedraza, director de asuntos penitenciarios de la Defensoría del Perú, entre otros funcionarios de ese país".

Castrellón llegó al Perú con la estadounidense Lori Berenson y fue detenido a finales de noviembre de 1995 durante una operación policial en el distrito de La Molina en la que se capturó al grupo terrorista del MRTA que planeaba asaltar el Congreso.

Tras la desactivación de la Comisión Ad Hoc de Lanssiers, García Sayán creó otra comisión, esta vez integrada por personajes ligados a la izquierda, como Ernesto de la Jara (del IDL), Iván Bazán (de Fedepaz), Amado Enco (de IDL) y presidida por Javier Ciurlizza. Y Wilfredo Pedraza fue ratificado como miembro de la Comisión ( Resolución Suprema Nº 360-2001-JUS).

LOS QUISPE PALOMINO. Pedraza habría gestionado perdones para personas vinculadas familiarmente a los actuales operadores del terrorismo en el VRAEM: los Quispe Palomino.

Según la "Resolución Suprema Nº 250-2001-JUS, con los Informes de la Comisión de Indulto, Derecho de Gracia y Conmutación de Penas para casos de Terrorismo y Traición a la Patria, de fechas 1 y 6 de junio del 2001", se otorga el indulto a Elpidia Nestorina Quinteros Arce e Inés Zúñiga Córdova, esta última hermana del acusado por terrorismo Dalton Zúñiga y cuñada de Víctor Quispe Palomino, y que además formó parte del Comité Regional Central de Sendero Luminoso, condenada por participar en el enfrentamiento de Sinaycocha.

Junto a ellas fueron liberados Nancy Ruiz Nano (condenada por ser integrante de un destacamento de aniquilamiento y capturada con ametralladoras, pistolas y municiones el mismo día en que fue detenido Abimael Guzmán en 1992), Francisco Cusihuamán (detenido en un vehículo en que llevaba 200 kilos de anfo, 45 cartuchos de dinamita y armas) y Catalina Vega (sentenciada por el asesinato de Orlando Tapia Alvarado, candidato a la alcaldía de Barranca).

En julio del 2002, Pedraza ingresó como coordinador de la Unidad de Investigaciones Especiales de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), encargándose de seleccionar los casos de supuesta violación de derechos humanos realizados por efectivos policiales y militares, dejando en otra vereda los actos terroristas.

Es más, tras la presentación del informe, hizo diversos llamados al Ministerio Público para que se investiguen los casos entregados por la CVR, lo que fue considerado en ese momento como un acto de persecución judicial de policías y militares.

LA TARJETA. Pedraza reconoció en una entrevista a una revista local que por más de un año y medio acudió a visitar continuamente a Abimael Guzmán, cabecilla de Sendero Luminoso, para tratar el tema de la huelga de terroristas en los penales. "Guzmán no es ingenuo. Trabajé con él durante tres huelgas de hambre y me pareció un negociador duro", dijo entonces. En esa misma entrevista, el 2 de agosto del 2002, contó que tanto Guzmán como la número 2 de SL, Elena Yparraguirre, le enviaron una tarjeta a fines del 2001 deseándole un Feliz Año 2002.

SU PALABRA. Correo se comunicó con el ministro del Interior, Wilfredo Pedraza, quien sostuvo que no existe ninguna contradicción entre el cargo que hoy ocupa y lo que hizo años atrás en la Comisión de Indultos para Terroristas y Traidores a la Patria.

"En la época de Alberto Fujimori se conformó una oficina para indultar a inocentes por terrorismo, eso es lo que hicimos. En mi participación no encuentro ninguna contradicción", alegó.

Con respecto a bajo qué parámetros calificaban de "inocentes" a los terroristas, muchos de ellos confesos, Pedraza sostuvo que "no era una revisión de sentencia, sino una facultad que se les otorgó. El marco jurídico fue en mención a la consideración del indulto que los presidentes pueden conceder, y nosotros lo propusimos en base a una facultad dada por el Congreso", indicó.

Sobre su participación en la unidad de investigación de casos de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), a la que se le atribuye haber calificado el accionar del terrorismo como un "conflicto armado", hecho que ha sido muy criticado por sectores vinculados a las fuerzas del orden, Pedraza dijo que ello no era verdad.

"Esa es su percepción, eso no es verdad. Lo que sucede es que hay un error de lectura ideologizada. La CVR, si algo criticó directamente, fue la actividad del MRTA, no hay otro que haya sido más contundente en la asignación de responsabilidades de SL y MRTA; por tanto, no encuentro contradicción alguna", indicó.

Finalmente, aseguró que desde su nuevo sillón ministerial bregará por los derechos de los policías. "Lo he hecho siempre; yo defiendo la vida y no veo ninguna contradicción en lo que eso significa", concluyó.