Pedro Castillo ingresa a la sala de audiencias durante la séptima audiencia de su juicio por el golpe de Estado. Foto: GEC / Alessandro Currarino
Pedro Castillo ingresa a la sala de audiencias durante la séptima audiencia de su juicio por el golpe de Estado. Foto: GEC / Alessandro Currarino

El exjefe del Estado Mayor de la Policía Nacional de Perú, Vicente Álvarez, afirmó que fue testigo de la conversación en la que el entonces presidente Pedro Castillo ordenó la detención de la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, y el cierre del Congreso, tras su mensaje a la nación del 7 de diciembre de 2022.

En su intento de Castillo de disolver el Parlamento e intervenir el sistema de justicia, el general en retiro acotó que también recibió la orden de dejar ingresar a simpatizantes a la plaza de Armas, lo cual sería imposible controlar ese día, luego del mensaje a la Nación. Esta disposición no fue ejecutado.

Han pasado más de 3 meses desde que inició el juicio oral en contra de Pedro Castillo y este último jueves reapareció con aires de patriotismo. A esta audiencia, también se hicieron presentes algunos testigos que dieron mayor detalle de lo sucedido.

Exministros, altos funcionarios, miembros de las Fuerzas Armadas (FF. AA) han detallado que aquel día, el 7 de diciembre del 2022, nada fue una improvisación, ni una confusión. Según estos testigos, hubo presiones internas y un plan en marcha, un intento real de quebrar el orden constitucional.

En el reportaje de Cuarto Poder, el Gral. PNP (R) Vicente Álvarez, declaró que Castillo estaba consciente de lo que estaba realizando. El hecho que las instituciones policiales no lo hayan respaldado no estaba en voluntad de él.

Relata que antes de ese mensaje, de pronto recibió la orden para dejar ingresar a los simpatizantes de Pedro Castillo, por lo que pareciera que era el inicio del plan golpista que la Policía impidió. “Lo que hubiera pasado si dejamos pasar a la gente a la plaza. Iba a ver una alteración al orden público, amenaza porque no se podía controlar. Eso antes del mensaje. Esa era la orden de Castillo”, mencionó.

Además, aclaró que los comandantes generales, la Policía ni las Fuerzas Armadas no tenían ambición de poder, ni mucho menos venderse “por un plato de lenteja”.

EXMINISTRO DE TRABAJO

Alejandro Salas, quien fuera ministro de Trabajo, fue llamado a testificar. Al ser muy cercano a Castillo, aseguró que ese discurso no lo escribió solo y las personas que estuvieron en ese momento lo indujeron a leer un “delito”.

“Luego del mensaje, le dije que había leído un delito. Él debió preguntar y tomo acción de escuchar a otras personas (...) No es un mal ser humano, pero se equivocó”, declaró.

Hasta el momento, ni Castillo, ni su entonces premier Betssy Chávez, ni su asesor Aníbal Torres, han aceptado los cargos que se le imputan por su participación en el frustrado autogolpe.

Lejos de aceptar su responsabilidad, Castillo todo este tiempo ha intentado más de una maniobra, argucia o artimaña -como algunos han llamado a sus acciones- para dilatar el juicio, pues ha intentado abandonar la sala en más de una ocasión, ha despedido a más de 4 abogados, rechazó la defensa otorgada por el Estado e insiste con el argumento que lo tienen secuestrado y que lo obligan a participar de un juicio al que califica como político.

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