El penal Barbadillo (Ate) se ha vuelto en una cárcel presidencial. Allí están recluidos Alberto Fujimori y Pedro Castillo, dos expresidentes de la República, a quienes Alejandro Toledo los podría acompañar en las siguientes semanas.

El Instituto Nacional Penitenciario (INPE) ha referido que hay espacio suficientes para albergar al menos a cinco personas, es decir, a tres más de los que están en el lugar.

“Hay ambiente para tres personas más, por lo menos”, nos indicó el INPE cuando se le consultó sobre el tema.

Castillo ocupa un espacio desde hace más de dos meses. Se encuentra cumpliendo 18 meses de prisión preventiva por el delito de rebelión y conspiración por intentar perpetrar un golpe de Estado, el pasado siete de diciembre.

A pesar de haber referido que es inocente de todo lo que se le acusa, su situación es delicada porque, además de ese, enfrenta otras investigaciones en la Fiscalía por casos como el de Puente Tarata, Anguía y de ascensos en las Fuerzas Armadas y en la Policía Nacional.

Se le atribuye los delitos de organización criminal y tráfico de influencias en algunas investigaciones.

El último 21 de febrero el despacho de la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, decidió formalizar la investigación preparatoria luego que el Congreso aprobara su antejuicio político.

Pero Castillo no está solo. Lo acompaña Alberto Fujimori, el expresidente sobre quien pesa una condena de 25 años de cárcel por los delitos de homicidio calificado, lesiones graves y secuestro por la matanza en Barrios Altos y La Cantuta.

Al parecer, Toledo podría pasar sus últimos días junto a ellos en esa prisión. En la fecha cumple detención domiciliaria en su casa de California en Estados Unidos, pero ahora se realiza coordinaciones para que sea extraditado al Perú.

El último martes, la Fiscalía de la Nación informó que el Departamento de Estado de los Estados Unidos le concedió su extradición por delitos de colusión y lavado de activos.

Aparentemente, el expresidente cumpliría en Barbadillo la orden de 18 meses de prisión preventiva que le ha impuesto la justicia. Recordemos que es acusado de recibir coimas de parte de la empresa Odebrecht.

DETALLE. De otro lado, hay otros casos que no pueden pasar por desapercibido. Uno de ellos es la investigación que enfrenta el expresidente Martín Vizcarra por haber recibido presuntos sobornos como gobernador regional de Moquegua.

Como sabemos, el exministro José Manuel Hernández ha referido que Vizcarra lo utilizó como intermediario entre el exgobernador y la empresa ICCGSA para el pago indebido de más de un millones de soles a cambio de aprobar una construcción del Hospital de Moquegua.

Sobre el tema, el penalista James Rodríguez opinó que el caso de Vizcarra es el más sólido que de otros investigados como Ollanta Humala o Pedro Pablo Kuczynski.

“En el caso de Vizcarra sí lo veo más sólido. No significa que los casos de Ollanta Humala y de PPK no tenga razón, sí tienen razón de investigar y están bastante fuertes, hay cargos muy graves contra ellos; pero me refiero a la prisión preventiva. Más sólido lo veo que lo puedan pedir contra Martín Vizcarra que contra los otros dos”, indicó.

Consultado sobre bajo qué criterios veía sólido el caso de Vizcarra, respondió lo siguiente: “No se olvide de los colaboradores eficaces. En el caso de Martín Vizcarra hay colaboradores eficaces que lo han comprometido contra graves hechos de corrupción”.

En el mismo sentido opinó el penalista Andy Carrión. Consideró que la situación de Vizcarra es la más sólida y que los casos de Ollanta Humala y del expresidente Kuczynski son un poco más complejo saber si se cuenta con todos los elementos necesarios para determinar una sentencia condenatoria.

“No están claramente identificadas las rutas de los dineros que ellos habrían recibido. De todos los casos que implican a los expresidentes veo que se encuentran mucho más sólidos los que la Fiscalía está investigando a Vizcarra y a Keiko Fujimori”, expresó.