La peligrosa falla en el sistema de luces de la pista de aterrizaje del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, que afectó por lo menos a 10 mil pasajeros, no llevará al titular del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), Raúl Pérez Reyes, a tomar la iniciativa de dimitir a su cargo.

“No tengo por qué renunciar. Tenemos claras las respuestas a las preguntas del pliego interpelatorio e iremos a explicar al Congreso este tema”, declaró ayer Pérez Reyes.

En conferencia de prensa, aclaró sus expresiones cuando calificó al grave incidente como algo “fortuito”, y aseguró que los miles de afectados recibirán un reembolso por los gastos extras.

En todo momento aseguró que no le corresponde a él decidir sobre su salida de la cartera, sino que ese tema le compete a la presidenta Dina Boluarte y al premier Gustavo Adrianzén, aunque tal resolución sí puede materializarse por propia iniciativa.

Más adelante, comparó el régimen de la jefa de Estado con el del vacado Pedro Castillo. Refirió que, cuando el golpista estaba al mando del país, hubo intervenciones políticas en la Corporación Peruana de Aeropuertos y Aviación Comercial (Corpac).

“Sin duda sí ocurrió eso, no está en discusión lo que pasó en la época del presidente Castillo, donde sí hubo una intervención política y un manejo no técnico que refleja la problemática que tiene el día de hoy Corpac”, resaltó.

ACCIONES

Posteriormente, anunció un paquete de medidas que conducirán a la reorganización de la Corpac.

Entre ellas destaca el cambio de la plana gerencial de dicha entidad. El ministro aseguró que se nombrará a nuevos gerentes y que se hará una mayor fiscalización a eventos que pueden ser similares al ocurrido hace unos días en la pista de aterrizaje.

“Vamos a hacer un control, porque esta situación, y otras, reflejan que ha habido situaciones que tienen que ver a veces con inacciones u otras veces con omisiones”, manifestó.

Resaltó que en los altos cargos en la Corpac deben recaer en personas idóneas.

Asimismo, adelantó que el Gobierno prepara un decreto de urgencia para autorizar a la Dirección General Aeronáutica Civil (DGAC) que realice declaraciones de emergencias operacionales ante situaciones de peligro o daños a la infraestructura o servicios aeronáuticos.

“Las declaraciones de emergencias, normalmente, están asociadas a Indeci, pero las declaraciones de emergencias aeroportuarias tienen que ser definidas por la autoridad aeroportuaria, que es la DGAC, y eso en el marco normativo no está establecido”, precisó Pérez Reyes.

Agregó que, con el decreto, se autoriza a la Corpac la contratación directa para adquirir bienes y servicios esenciales en situaciones de urgencia o emergencia que afecten la vida o salud, seguridad de operaciones aéreas y actividades económicas.

Asimismo, refirió que dicha institución y la concesionaria del aeropuerto Jorge Chávez, Lima Airport Partners (LAP) suscribirán un acuerdo para instalar un nuevo sistema de iluminación en la pista de aterrizaje del terminal.

Detalló que el decreto también permitirá autorizar una transferencia financiera de recursos presupuestales a la Corpac para la reparación de equipos y sistemas.

Del mismo modo, señaló que se establecerá que el Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de uso Público (Ositrán) supervise toda la infraestructura aeroportuaria gestionada por la Corpac.

MÁS PARCHES.

Por otro lado, el ministro prometió que se devolverá el dinero que los usuarios hayan gastado durante la suspensión de vuelos con la activación de una póliza de seguros. Se prevé que el gasto supere los 10 millones de dólares.

Al ser consultado por los dichos de la Municipalidad de Talara con respecto a las luces que el ministro de Transportes ordenó trasladar a Lima, respondió que estas estaban destinadas a casos de emergencias en todo el norte del país por un eventual fenómeno de El Niño.

Enfatizó que los equipos no le pertenecen a Talara.

ANÁLISIS

El gerente general de la Asociación de Empresas de Trasporte Aéreo Internacional, Carlos Gutiérrez, manifestó que el anuncio del ministro podría ser el primer paso para dar soluciones, en el futuro, a la problemática por la que atraviesa la Corpac. Sin embargo, advirtió que será un largo proceso.

“Esta es una primera piedra. Pero el decreto de urgencia, por sí solo, no va a solucionar todos los problemas que hay. Se tiene que ir decantando hacia abajo para que las medidas funcionen”, recalcó.

Consideró que lo ocurrido en el Aeropuerto Jorge Chávez no fue un hecho fortuito, pues pudo establecerse una medida de contingencia para evitar que la afectación a los vuelos sea mayor.

“Se iba a dar de todas formas (el problema con las luces), pero no en el volumen que signifique el cierre total del aeropuerto”, manifestó.

Carlos Gutiérrez resaltó que este caso fue responsabilidad de la Corpac.