Perú respondió ante La Haya: "Derecho internacional impedía límites en 1952"
Perú respondió ante La Haya: "Derecho internacional impedía límites en 1952"

De forma clara y firme, el Perú contestó la interrogante planteada por el juez marroquí Mohamed Bennouna, de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, con un rotundo "¡no!".

En la segunda y última jornada de la presentación nacional, el jurista Tullio Treves respondió que suscribir límites marítimos en 1952 iba "contra el derecho internacional de la época".

En el Gran Salón de la Justicia del Palacio de la Paz, en La Haya, minutos después de las cuatro de la madrugada del martes, la defensa peruana no se ahorró argumentos para aclarar que en esa fecha los firmantes de la Declaración de Santiago, Perú, Chile y Ecuador, eran plenamente conscientes de que proclamar el ejercicio de derechos soberanos de 200 millas era incompatible con el marco jurídico internacional de entonces.

Treves indicó que, a la luz de esto, la delimitación de una zona de este tipo es difícilmente imaginable, "por ello, en 1952, no hubieran podido, de conformidad con el derecho general internacional, delimitar una zona marítima de soberanía y jurisdicción exclusiva del mar con una distancia de 200 millas marítimas".

En ese sentido, subrayó que el punto 4 de la citada declaración tripartita debe interpretarse tal y como está, "y no como le gustaría a Chile", pues su carácter inequitativo "hace muy improbable que el Perú lo hubiera aceptado".

Treves concluyó diciendo que los alegatos de Chile parecen demostrar poco interés en el criterio de equidad para la delimitación marítima.

CONFIANZA. La última intervención en los alegatos peruanos la desarrolló el agente del Estado Peruano, Allan Wagner, quien reiteró que en 1952 los representantes de nuestro país no tenían "la mínima intención" de firmar un tratado de delimitación marítima con Ecuador y Chile, lo que se demuestra con el acuerdo limítrofe suscrito el 2 de mayo del 2011 con Ecuador.

Luego, tras reivindicar al Punto Concordia como el punto final de la frontera terrestre y el de partida para la delimitación marítima, Wagner apuntó que los recursos del subsuelo de la columna de agua que baña las costas de ambos países son ricas, lo que beneficia a cada uno de ellos.

"Sin embargo, la diferencia estriba en que Chile desea adjudicarse la mayor parte de esos recursos, contradiciendo las normas ahora establecidas del derecho del mar y privando a las provincias meridionales del Perú de los recursos que les corresponden", expresó.

Para cerrar su presentación, señaló que el Perú "espera confiado" que el fallo de la Corte defina, "de conformidad con los requisitos de las normas establecidas del derecho internacional", una frontera marítima con una solución equitativa.