Las versiones acerca del poder personal que vendría acumulando el exministro del Interior, Juan José Santiváñez, bajo el auspicio de la presidenta Dina Boluarte, no merecieron la atención del premier Eduardo Arana.
El primer ministro respondió con fina diplomacia a las interrogantes de varios reporteros que buscaban aclarar si era verdad que la influencia de Santiváñez incluso comenzaba a opacar la suya.
“Con relación al doctor Santiváñez, que es un gran profesional y con quien he coordinado frecuentemente como ministro del Interior, primero, y ahora como jefe de un área muy importante, la coordinación continúa de manera permanente y cordial”, toreó hábilmente.
“En el Gobierno no hay ni fricciones ni tareas que se hagan de manera independiente, no hay acto de Gobierno que no esté coordinado”, comentó en la televisión estatal, TV Perú.
Todos estos rumores son solo “chismes o trascendidos”, y sugirió no prestarles atención.
El presidente del Consejo de Ministros insistió en que el trabajo dentro del Gobierno se mantiene de manera conjunta y sin fricciones.
“El trabajo es el que lidera la presidenta. El primer ministro coordina con todos los ministros”, aseguró.
INFLUENCIA
Después de ser censurado con 70 votos del Congreso en abril de 2025, el polémico ministro fue designado por la presidenta Boluarte jefe de la Oficina General de Monitoreo Intergubernamental del Despacho Presidencial.
Las funciones de dicha oficina, según diversos especialistas, no están claramente definidas, de modo que el funcionario tendría amplio margen para involucrarse en temas muy diversos.
Según la versión más reciente, la influencia de Juan José Santiváñez se habría extendido hasta el Instituto Nacional de Radio y Televisión del Perú (IRTP).
Sería suya la idea de implementar un programa en TV Perú para la presidenta Boluarte.