Las fuerzas policiales montan guardia frente a la Asamblea Nacional en Quito después de que el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, emitiera un decreto para disolver la legislatura. (Foto: RODRIGO BUENDIA / AFP)
Las fuerzas policiales montan guardia frente a la Asamblea Nacional en Quito después de que el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, emitiera un decreto para disolver la legislatura. (Foto: RODRIGO BUENDIA / AFP)

A primera hora del día, el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, decretó la disolución del Parlamento y convocó a elecciones generales complementarias, tras activar el mecanismo constitucional de “muerte cruzada”.

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Dos pistoleros frente a frente serían el símil más cercano de ese mecanismo constitucional. Ambos disparan con destreza al mismo tiempo. Los dos caen muertos.

A esto llama el argot político ecuatoriano “muerte cruzada”, establecida en el artículo 134 de la Constitución Política, en virtud del cual “mueren” al mismo tiempo la Asamblea Nacional y el Ejecutivo en un contexto de grave crisis.

Lasso Mendoza anunció la decisión minutos después de la 7:00 de la mañana en cadena nacional de televisión.

“He decidido -dijo, dando fin a un extenso documento- disolver la Asamblea Nacional por grave crisis política y conmoción interna, de conformidad con el artículo 148 de la Constitución de la República del Ecuador”.

Ordenó, en consecuencia, notificar al Consejo Nacional Electoral “para que convoque a elecciones dentro del plazo de 7 días”, y notificar también a la Asamblea Nacional “la terminación de pleno derecho de los periodos para los cuales fueron designados las y los asambleístas”.

“Hoy es un día en el que tengo la obligación de dar una respuesta a la crisis política que tiene entrampado al Ecuador”, dijo momentos antes, señalando que “no es posible avanzar, resolver los problemas de las familias ecuatorianas (...) “con una Asamblea que tiene como proyecto político la desestabilización de la democracia”.


JUICIO POLÍTICO

Antes de ser disuelto, el Parlamento se disponía a continuar con el juicio político al presidente de la república, iniciado el día anterior - 16 de mayo- , resuelto a ir hasta las últimas consecuencias, es decir la destitución del mandatario, gracias a su mayoría aplastante.

No obstante, el edificio de la Asamblea Nacional amaneció custodiado exteriormente por personal de las Fuerzas Armadas y de la Policía, con órdenes de impedir el acceso de los asambleístas y empleados.

El capítulo de ayer es la culminación de los duros enfrentamientos del presidente y la Asamblea Nacional desde varias semanas.

Los legisladores de la oposición acusaban a Lasso de hacer la vista gorda ante presuntas irregularidades y malversación de fondos en un contrato entre una naviera estatal y una empresa petrolera.

Posteriormente, la Corte Constitucional rechazó dos acusaciones de soborno, pero aprobó una acusación de malversación contra el presidente.

Una nota del New York Times en español precisa que “la acusación estaba siendo investigada por la Asamblea y es de naturaleza política. No se trata de un cargo criminal”.

Lasso Mendoza, afirma la publicación, “ha negado repetidamente las acusaciones, señalando que el contrato se firmó antes de que él asumiera el cargo”.


GOBIERNO POR DECRETO

De acuerdo con el artículo 148 de la Constitución de Ecuador ( “muerte cruzada”), el presidente de la república podrá disolver la Asamblea Nacional cuando, “a su juicio”, ésta se hubiera arrogado funciones que no le competen constitucionalmente (...) o, “si de forma reiterada e injustificada obstruye la ejecución del PlanNacional de Desarrollo” y, por último, “por grave crisis política y conmoción interna”.

Esta última causal fue la que con más énfasis invocó Lasso

para justificar su decisión.

Entretanto, en el interregno entre la disolución y la instalación de la Asamblea Nacional el presidente Lasso podrá expedir decretos-leyes de urgencia económica de modo que el país siga caminando.


CORREÍSMO

El principal opositor del gobierno de Guillermo Lasso, el ex presidente Rafael Correa, llamó “ilegal” la medida adoptada.

Desde un cómodo exilio en Bélgica, el líder izquierdista del partido Revolución Ciudadana, cuestionó la legalidad de la decisión de Lasso, y le pronosticó una muerte política.

“Esto es un golpe de Estado -no hay causales- pero es también el último clavo de su propio ataúd político”, escribió en Twitter.

“No pudo comprar suficientes asambleístas para salvarse del juicio político”, lanzó, con mordacidad.

Pero celebra que las nuevas elecciones son “la gran oportunidad para librarnos de Lasso, de sus Gobierno y de sus asambleístas de alquiler, y recuperar la patria”, dijo, en alusión a que el presidente puede postularse de nuevo, conforme a la Constitución.

A juicio de Correa “no hay ninguna ‘conmoción interna”, aseguró en declaraciones a C5N.

Correa mostró un enorme optimismo respecto de los próximos comicios: “somos la principal fuerza política y estamos en nuestro mejor momento (...) " Ganaremos y muy bien ganadas esas elecciones”, aseguró.

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RESPALDO MILITAR

El jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de Ecuador, Nelson Proaño, aseguró que junto con la Policía Nacional se “mantendrán en su posición inalterable de absoluto respeto a la Constitución y las leyes”.

Agregó que la decisión de Lasso está consagrada en la Constitución.

El comandante general de la Policía Nacional, Fausto Salinas, informó que el edificio principal de la Asamblea Nacional estarán bajo resguardo de ese cuerpo y de las fuerzas militares.


ESTADOS UNIDOS

El portavoz del Departamento de Estado, Vedant Patel, aseguró el miércoles que su relación con el Gobierno de Ecuador permanece “fuerte” tras la decisión del presidente Guillermo Lasso de disolver la Asamblea Nacional.

“Nuestra relación bilateral con el Gobierno de Ecuador y con el pueblo ecuatoriano permanece fuerte”, remarcó en rueda de prensa.

Explicó que el Gobierno de Joe Biden está “al tanto” de la decisión de Lasso, y ofreció su apoyo a “las instituciones y a los procesos democráticos de Ecuador”.

“Instamos a todas las instituciones gubernamentales, a la sociedad civil y a los ciudadanos a garantizar que los procesos democráticos se lleven a cabo en beneficio del pueblo”, dijo Patel.

No obstante, rehusó comparar la situación de Ecuador con la de Perú, cuando el izquierdista Pedro Castillo anunció la disolución del Congreso para frenar su destitución, y acabó encarcelado acusado de golpe de Estado.