Radares: Seguridad aérea en riesgo por la desidia oficial
Radares: Seguridad aérea en riesgo por la desidia oficial

Un silencio sepulcral -que denota una alarmante indiferencia- fue la respuesta oficial del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) y de la Comisión de Transportes y Comunicaciones del Congreso ante la precaria situación de la seguridad aérea en el país, la cual controla apenas el 4% del territorio nacional -sobre los 25 mil pies de altura (alrededor de 8 mil metros)- con un obsoleto radar adquirido hace más de 15 años.

Como se sabe, el diario Correo reportó hace unos días que en diciembre de 2011 debieron entrar en operaciones los ocho radares secundarios -adquiridos en 2009 a la firma española Indra-, según contrato suscrito por el Estado peruano durante el gobierno de Alan García. Estos equipos, cuyo costo fue de US$43'684.876, permitirán ampliar la vigilancia aérea hasta cubrir el 84% de la superficie peruana.

Uno de los principales obstáculos que retrasó este proyecto, denominado "Automatización y Modernización de los Servicios de Tránsito Aéreo–Red de radares de Vigilancia Aérea para la Corporación Peruana de Aviación Comercial (Corpac)", fue que esta entidad no tenía formalizados los predios donde se instalarían los equipos y antenas, en diferentes zonas del país, e incluso tampoco el del propio centro de control que se edificó al lado del aeropuerto internacional Jorge Chávez, en el Callao.

EN LISTA DE ESPERA. A diferencia de otros países vecinos, el Perú solo cuenta con un radar primario, adquirido en 1997 a la empresa estadounidense Northrop Grumman por US$11 millones, que brinda una cobertura de 49.610 kilómetros cuadrados. Es decir, del 4% del espacio aéreo continental peruano. Ello limita los servicios de control de tráfico aéreo, pues los aterrizajes y despegues de los aviones se realizan utilizando solo los sistemas de comunicación (voz y datos) y navegación (radioayudas en tierra). Como se sabe, la superficie terrestre nacional tiene una extensión total de 1'285,215 kilómetros cuadrados.

De acuerdo con cifras oficiales de 2005, Brasil tiene 118 radares (55 primarios y 63 secundarios) instalados en su territorio. Colombia: 30 radares (13 primarios y 17 secundarios). Chile: 13 radares (5 primarios y 8 secundarios). Venezuela: 8 radares (4 primarios y 4 secundarios). Argentina: 4 radares. Ecuador: también 4 radares. Uruguay: 4 radares y Bolivia: 2 radares.

La demora en poner en funcionamiento estos equipos en el Perú, que según versión de Corpac empezarían a operar en su totalidad este lunes 18, afecta sobre todo a las operaciones que se realizan en los aeropuertos que, a pesar de las limitaciones en la vigilancia aérea, se han incrementado notoriamente en los últimos años.

Así, en 2003 la cantidad de ingresos y salidas de aviones en el país fue de 199.023, mientras que el año pasado alcanzó los 353.604. Otra variable a considerar es el número de pasajeros, pues en 2002 se registró la entrada y salida de 6'712.628 personas desde suelo peruano y en 2012 se llegó a los 21'088.317.

A MAYOR TRÁFICO, MÁS PELIGRO. Consultado al respecto por Correo Semanal, el general FAP (r) Aurelio Crovetto, ex presidente del directorio de Corpac, confirmó que este aumento trae como consecuencia que los riesgos en la seguridad sean mayores. "Cada año se incrementa la cantidad de tráfico aéreo. Mientras más sea el número de aviones que transitan por el aire, el peligro crece. Y si no sabemos exactamente por dónde están, el peligro es aún mayor", enfatiza Crovetto, quien ha sido jefe de la Fuerza Aérea (FAP) y del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas (Ccffaa).

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