Rolando Souza exige al premier Jiménez demostrar que justificó algún golpe de estado
Rolando Souza exige al premier Jiménez demostrar que justificó algún golpe de estado

Desde Jerusalén, Israel, donde toma un descanso con su familia, el fujimorista Rolando Sousa, magistrado electo del Tribunal Constitucional (TC), respondió airado a las duras expresiones que el premier Juan Jiménez le dedicó ayer.

Jiménez había afirmado que Sousa era el causante de la crisis parlamentaria que devino luego de los cuestionamientos del Presidente de la República.

"Se trata -dijo- de un candidato que ha defendido la posición golpista, que repudia los derechos humanos y que defiende posiciones antidemocráticas".

"No reunía -prosiguió- los pergaminos para asumir la defensa de la Constitución. Aquella persona que desprecia de ella, que dice que un golpe de Estado es legítimo, no merece ser magistrado del TC", afirmó.

El jefe del gabinete añadió que esa misma preocupación fue expresada por el presidente Ollanta Humala al hacer un llamado para que se reformule la designación de magistrados del TC.

El RETO DE SOUSA. Tres días después de arribar a Jerusalén con su familia, Sousa se enteró de que lo habían elegido para el TC. Y fue allí que supo del cargamontón que vino después. Acababa de enterarse de las declaraciones de Jiménez cuando lo contactamos.

"Reto al premier Jiménez, públicamente, a que él demuestre que yo he justificado un golpe de Estado, que demuestre que he justificado alguna violación de los derechos humanos. Jiménez es un difamador. Yo jamás justifiqué ni el golpe ni hice ninguna declaración al respecto. Es un difamador profesional", sentenció.

Manifestó que aceptó la invitación para conformar el TC y que lo hizo en la creencia de que estaba hablando con personas serias y en el marco de un acuerdo multipartidario.

"No me aferro al cargo, pongo mi cargo a disposición del Congreso. Espero que el Parlamento enmiende esta designación y deje sin efecto toda la votación de todos los candidatos", dijo.

Luego puso en duda que Francisco Eguiguren, también electo al TC, pueda darle lecciones de moral y ética, en referencia a las expresiones que le dirigió.