Tía María: Naciones Unidas para los DD. HH. pide reducir tensión en Islay
Tía María: Naciones Unidas para los DD. HH. pide reducir tensión en Islay

La Oficina Regional para América del Sur del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), a través de su representante regional, Amerigo Incalcaterra, pidió reducir el clima de tensión a raíz de las protestas contra el proyecto Tía María en Islay, Arequipa.

“Solo a través de un diálogo constructivo, libre de violencia y respetuoso de los derechos humanos se van a encontrar las respuestas a los desafíos que enfrenta el país”, señaló.

Incalcaterra condenó el uso de la violencia por parte de algunos manifestantes, al recordar que esta "no constituye un instrumento legítimo del ejercicio de los derechos de reunión y asociación".

Por ello formuló un llamado a las personas y a los grupos que se manifiestan a abstenerse de recurrir la violencia, y privilegiar en todo momento los espacios de diálogo. “Acudir a la violencia no es el medio para reivindicar derechos”, afirmó el representante de Naciones Unidas.

Asimismo, condenó la muerte del poblador Ramón Colque y expresó sus condolencias y solidaridad a su familia, así como a las familias de Victoriano Huayna, Henry Checlla y el brigadier de la Policía Nacional, Alberto Vásquez, fallecidos durante las manifestaciones contra Tía María.

Además, Incalcaterra instó al Estado peruano a realizar una investigación pronta, independiente, y exhaustiva que permita identificar y llevar a la justicia a los responsables de estas muertes.

También expresó su preocupación por la escalada de violencia suscitada y la demora en el hallazgo de una solución consensuada en donde prime el diálogo y la buena fe.

Recordó que el ejercicio pacífico de la protesta social es fundamental en el fortalecimiento de la democracia y que las manifestaciones sirven de cauce para el ejercicio de muchos otros derechos, así como para el intercambio de puntos de vista diferentes y la tolerancia.

En este contexto, mencionó que el Estado peruano debe garantizar el respeto y la protección de los derechos humanos de las personas y cuidar que el uso de la fuerza cumpla siempre con los estándares internacionales de derechos humanos, previniendo y eliminando cualquier exceso en el uso de esta.

Llamó a las autoridades nacionales a que, en el marco del estado de emergencia decretado, el uso de la fuerza sea estrictamente proporcional y limitado. Andina