La inseguridad ciudadana no solo ha significado el factor determinante en la caída del régimen de Dina Boluarte, sino también será el mayor desafío del Gobierno de transición del presidente de la República interino, José Jerí Oré.
En esa línea, las primeras acciones del nuevo mandatario -supervisión de requisa en los penales y reunión con autoridades locales de Lima y el Callao para coordinar acciones contra el crimen organizado-, están marcando las prioridades del Gobierno de transición.
El último martes por la noche, Jerí dio unas breves declaraciones a la prensa y fue enfático en señalar que la prioridad de su gestión es acabar con este flagelo que socava la integridad del país. Por lo dicho ayer por el ministro del Interior, Vicente Tiburcio, el objetivo es claro y el primer paso será atacar la corrupción en la Policía Nacional.
DETERMINACIÓN. Tiburcio, virtualmente, emitió una declaratoria de guerra a los malos efectivos policiales y anunció la determinación del Gobierno para erradicar la corrupción de la institución policial.
En sus primeras declaraciones públicas señaló que en la lucha contra la delincuencia no solo se priorizará la labor de inteligencia, sino también se combatirá la corrupción en el ámbito policial.
Ratificó, así, que la lucha contra la inseguridad ciudadana es una de las prioridades del Gobierno de transición.
Cabe indicar que la nociva corrupción policial registra niveles preocupantes. Constantemente se dan a conocer las capturas de malos efectivos que forman parte de organizaciones criminales de todo tipo.
Al inicio de esta semana, se informó de la captura en un megaoperativo en la región San Martín de 19 integrantes de la organización criminal “Los Piratas”, entre ellos, 12 efectivos de la PNP en actividad.
Esta banda criminal se dedicaba al sicariato, el tráfico ilícito de drogas, el robo y la extorsión.
El mes pasado, también fueron capturados en Lima seis agentes acusados de pertenecer a una organización criminal que cometía actos de extorsión y venta de drogas en la zona sur de la capital.
De acuerdo a información pública, entre los años 2020 y 2025 más de 400 policías han sido procesados administrativamente por sus vínculos con redes del narcotráfico. De estos, 120 efectivos fueron investigados por el Ministerio Público por el delito de tráfico de drogas.
QUEJAS. De acuerdo con el Observatorio de Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior, la Central Única de Denuncias (1818), registró entre enero y setiembre del presente año, 3,015 quejas por conductas indebidas del personal policial y del sector Interior.
Según dicho registro revisado por Correo, cada mes se registran a nivel nacional 335 quejas en promedio.
En el 2024 se acumularon 4,217 quejas y en el 2023 hubo 3,071 a nivel nacional, con Lima como la región que concentra más del 50% de estos casos.
Las quejas están relacionadas al “actuar con negligencia” en el ejercicio de sus funciones, abuso de autoridad, realizar actividades ajenas a sus servicios, negarse a recibir o no registrar denuncias, entre otros.
La citada central también canaliza denuncias de actos que constituyen presuntamente delitos, presentadas por la ciudadanía sobre hechos como violencia contra la mujer, trata de personas y puntos de venta de drogas.
En ese contexto, son numerosos los testimonios de ciudadanos que acuden a las comisarías a denunciar extorsiones pero luego el extorsionador lo contacta de nuevo para amenazarlo por haber acudido a la PNP. Ello muestra la clara infiltración de malos elementos.
FACULTADES. Ante esta realidad, Vicente Tiburcio anunció que el Gobierno pedirá facultades al Congreso para iniciar una reforma íntegra en la Policía Nacional, con el objetivo de remover inmediatamente a los agentes que actúan al margen de la ley.
“Basta ya con la corrupción policial. A esos malos policías tenemos que ponerlos en el lugar que se merecen, ya no hay espacio para policías corruptos en la institución”, declaró ayer en RPP.
Afirmó que uno de los objetivos de la reforma es cambiar el régimen disciplinario de la PNP, que es blando, y que la limpieza policial debe ser en todos los niveles.
En otro momento, manifestó que en la lucha contra la inseguridad ciudadana se va a priorizar la labor de inteligencia policial, para lo que se requiere efectivos probos, intachables y “poligrafiados”.
Asimismo, ratificó su confianza al actual comandante general de la PNP y a los altos mandos policiales.
PROYECTO. Por su parte, el comandante general de la PNP, Oscar Arriola, informó que ya se encuentra listo un proyecto de ley para reformar el régimen disciplinario policial.
Precisó que uno de los objetivos de este cambio es sancionar de forma más rápida a los efectivos implicados en actos de corrupción o el crimen organizado.
En Canal N, sostuvo que la actual normativa genera procesos excesivamente largos y permite la prescripción de casos, por lo que se busca respuestas inmediatas frente a hechos de corrupción probados.
Indicó que el citado proyecto será entregado al ministro del Interior y podría canalizarse mediante una iniciativa legislativa o un decreto, en caso que el Congreso otorgue las facultades que el Ejecutivo solicitará.
INMEDIATO. En opinión del exministro del Interior, Remigio Hernani, los policías corruptos deben ser expectorados de inmediato.
No obstante, reconoció que la actual normativa de la Policía permite la dilación en las acciones disciplinarias y responsabilizó de este hecho al reglamento elaborado en las gestiones de los exministros del Interior “caviares”, entre ellos Carlos Basombrío y Gino Costa.
“Ese reglamento ha causado todo este problema porque no permite expectorar a los corruptos de la Policía Nacional”, dijo, al tiempo de señalar que dicha norma establece plazos como si se tratara de procesos en el ámbito penal o civil.
Desde su punto de vista, cuando existe evidencia de actos de corrupción, simplemente, en el nivel administrativo, se toma una decisión, se da de baja al efectivo y se le pone a disposición del Ministerio Público con el atestado correspondiente para que sea juzgado penalmente.
A su entender, se requiere cambiar el Reglamento Disciplinario de la Policía Nacional debido a que es “muy garantista” y no permiten que en casos evidentes se impongan sanciones.
Sobre Vicente Tiburcio, señaló que “es un buen cuadro”. “Lo felicito por su nombramiento y le deseo la mejor de las suertes”, anotó.





