El segundo vicepresidente del Congreso, Waldemar Cerrón, salió al frente para defender el servicio de comedor que reciben los parlamentarios durante las sesiones de pleno, asegurando que los principales beneficiarios de este servicio son las empresas concesionarias y no los propios legisladores.

Cerrón rechazó las críticas que señalan que los congresistas se alimentan gratuitamente con dinero del Estado, afirmando que cada legislador paga por su consumo en el comedor. Sin embargo, reconoció que, en algunas ocasiones, algunos parlamentarios podrían no cancelar sus consumos.

El congresista enfatizó que la concesión del servicio de comedor es un proceso administrativo gestionado por el área de Recursos Humanos del Congreso mediante licitaciones, en el que los parlamentarios no tienen participación.

Además, cuestionó el incremento en el costo del servicio, que pasó de aproximadamente 30 soles a más de 90 soles por día, y sugirió que la investigación debería dirigirse hacia quienes adjudicaron la concesión y no hacia los congresistas.

Cerrón denunció una campaña de desprestigio contra el Congreso y abogó por garantizar la transparencia en todas las instituciones del Estado. Propuso que se haga pública la información sobre las licitaciones y los contratos firmados para evitar especulaciones.

Asimismo, argumentó que los congresistas trabajan largas jornadas durante los plenos, lo que dificulta que se alimenten adecuadamente y afecta su salud.

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