“¿Qué pasaría si los agricultores se van a su casa a dormir? ¿Quién sembraría? ¿Quién cultivaría la tierra? Hay que atreverse. Cuidándonos podremos salir adelante”, dice Efraín Valdivia Medina, para quien su trabajo es un compromiso que no puede dejar. En la zona de Bajo Katari, en Tiabaya, cosecha cebollas, ajos, papas y legumbres. La pandemia de la COVID-19 no lo ha detenido. “Con la bendición de Dios seguimos luchando, trabajando todos los días, regando, desinfectando, echando abono, pensando que en noviembre o diciembre mis productos se van a vender”.

Don Efraín ha sido agricultor toda su vida. Aprendió los secretos de sus padres, quienes le enseñaron a labrar la tierra y a cultivar. Desde entonces nunca ha dejado de producir. "Esta tierra bendita da todo", dice emocionado. Esta temporada espera cosechar de su chacra 10 mil kilos de ajo y 60 mil kilos de cebolla. "Seguimos trabajando con entusiasmo, con fuerza, con esperanza", subraya.

“Con la bendición de Dios seguimos luchando, trabajando todos los días”.

Nos sobra la fuerza

En Arequipa se agudizaron los problemas durante la pandemia. Algunos sembríos se echaron a perder y los agricultores como don Efraín tuvieron que recurrir a préstamos para reactivar su actividad. “Históricamente, el agricultor ha estado desamparado, como si no valiera lo que hacemos, cuando la agricultura es lo más lindo, es la base para la alimentación de la gente”, sentencia. Aunque sean tiempos difíciles, está convencido de que, con un buen desarrollo agrícola, la población estará mejor alimentada y más sana.

Con diversas obras, Cerro Verde ha seguido cerca de los agricultores de Tiabaya. En el 2016 construyó el sistema de captación y tratamiento de aguas residuales La Enlozada, el mismo que permite descontaminar las aguas del río Chili y propocionar agua apta para la agricultura. Así también, mejoró la infraestructura de riego con la construcción de canales, entregó equipos, maquinarias y brinda capacitaciones permanentes para que los agricultores mejoren su producción.

Precisamente hoy, cuando es necesario reinventarse, los agricultores creen que es momento de apostar por cultivos alternativos. “Nos han dicho que Tiabaya tiene un clima apropiado para las frutas”. Por todo lo aprendido en las capacitaciones, don Efraín ha empezado a prepararse para cultivar paltas.

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