La camiseta de la selección peruana es una de las más reconocibles del fútbol internacional, sobre todo por su diseño blanco con una franja diagonal roja.

El modelo se destaca del resto por su elegancia y simplicidad, al punto de ser considerado uno de los más icónicos en la historia de los mundiales. Sin embargo, este diseño no fue siempre el que portaron los máximos exponentes del fútbol nacional.

La historia detrás de la indumentaria nacional está llena de cambios, curiosidades y decisiones marcadas por la necesidad más que por la estética. A continuación, recorremos el camino que llevó a Perú a vestir su actual y célebre camiseta.

La primera versión generaba confusión con Paraguay

Mucho antes del VAR, las apuestas por internet en y los mercados internacionales de jugadores, el fútbol era más sencillo y humilde.

Cuando la selección peruana debutó oficialmente en 1927 en la Copa América celebrada en Lima, lo hizo con una camiseta blanca decorada con tres franjas horizontales rojas: una al centro y dos más cerca de los hombros y la cintura.

Era un diseño llamativo, adecuado para la época, pero no del todo original. Paraguay, ya afiliada a la Conmebol desde hacía varios años, utilizaba un patrón similar.

Si bien la camiseta paraguaya de rayas verticales se consolidaría más adelante, la similitud con el diseño peruano empezó a causar confusión. De hecho, en la edición de 1929 de la Copa América, Perú tuvo que modificar su camiseta desplazando las franjas hacia los costados para evitar coincidencias con la selección guaraní.

Lejos del “hype” que genera la selección en sitios como , por aquel entonces el combinado carecía de una identidad visual definida

El debut de la franja roja

No fue hasta 1936, en los Juegos Olímpicos de Berlín, que la selección peruana presentó por primera vez la camiseta blanca con una franja diagonal roja de hombro a cintura.

Aquel uniforme coincidió con una de las actuaciones más recordadas del equipo, que venció a Austria en cuartos de final antes de retirarse del torneo por un polémico fallo arbitral que obligaba a repetir el partido.

Aunque no hubo medalla, sí hubo orgullo. Y con él, nació un símbolo. El nuevo diseño fue tan bien recibido que se mantuvo desde entonces como emblema del fútbol peruano, consolidando la identidad visual del equipo.

La coincidencia con River Plate, ¿pura casualidad?

Es inevitable preguntarse si la franja roja diagonal en fondo blanco tiene alguna conexión con la camiseta de River Plate, club argentino que también viste esos colores. La respuesta más aceptada es que .

River adoptó su diseño en 1932, apenas cuatro años antes que la selección peruana. Pero mientras que el club argentino se inspiró en un diseño utilizado en un desfile de carnaval, en Perú no hay registro de una fuente estética externa.

La elección fue, al parecer, funcional y distintiva, dado que no se parecía a ninguna otra en Sudamérica.

Las veces que Perú jugó con otras camisetas

A pesar del amor que genera la camiseta con la franja, la historia de la ‘bicolor’ también incluye episodios en los que, por necesidad, debió vestir otros colores.

Uno de los más curiosos ocurrió en la Copa América de 1937, disputada en Argentina. Como los rivales Chile y Brasil también vestían de blanco, y Perú no contaba con una camiseta alternativa, se recurrió a la solución más práctica: usar la camiseta del club local.

Así, en dos partidos, la selección peruana vistió los colores de San Lorenzo de Almagro, el club anfitrión del estadio Gasómetro. En el primero, ante Brasil, se usó la camiseta azulgrana en el segundo tiempo. En el segundo, frente a Chile, se utilizó directamente desde el inicio.

Otra anécdota similar ocurrió en 1970, durante los amistosos de preparación para el Mundial de México. Tras una sanción que dejó a tres titulares sin poder vestir la camiseta nacional en esos partidos, la FPF optó por del país: Universitario de Deportes, Alianza Lima y Sporting Cristal.

Así, la selección venció a Uruguay con camiseta crema, derrotó al Internacional de Porto Alegre con la blanquiazul y cayó ante Brasil con la celeste. Para justificar la decisión, los partidos se disputaron bajo el nombre de “clubes reforzados”, aunque el contenido era claramente una selección nacional.

La camiseta como símbolo de identidad

La camiseta blanca con franja roja ha acompañado a Perú en momentos históricos. Fue con ese uniforme que se logró el campeonato sudamericano en 1939, que se clasificó al Mundial de 1970 con figuras como Teófilo Cubillas y Héctor Chumpitaz, y que se compitió con honor en Rusia 2018 tras 36 años de ausencia mundialista.

A lo largo de los años, marcas distintas han confeccionado las versiones modernas del uniforme, pero el diseño de base sigue inalterado. La franja roja ya no es solo un adorno, sino que se trata de una marca registrada, porque la camiseta de Perú no es simplemente una prenda: es una narrativa visual.

Y como toda buena historia, ha pasado por transformaciones, momentos de olvido, redescubrimientos y, finalmente, consagración. Por eso, la ‘bicolor’ es bicolor.

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