El Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) no tiene cura a través de la alimentación; sin embargo, cada vez más estudios demuestran que los hábitos nutricionales influyen en la intensidad de sus síntomas. La nutricionista Karen Velásquez, de la Clínica Ricardo Palma, explica que algunos alimentos pueden exacerbarlos, mientras que otros contribuyen a atenuarlos.
De acuerdo con investigaciones recientes, una elevada ingesta de azúcar —presente en dulces y refrescos— puede generar bruscas variaciones de glucosa en sangre que afectan la concentración y el estado de ánimo. Asimismo, la cafeína y las gaseosas oscuras alteran el sueño, mientras que los alimentos muy salados favorecen la deshidratación y afectan el funcionamiento ejecutivo.
El consumo de frituras provoca inflamación, afecta las habilidades cognitivas y causa falta de atención; mientras que las comidas ultraprocesadas, al carecer de nutrientes esenciales, favorecen la mala concentración. También se ha comprobado que los alimentos con conservantes como el benzoato de sodio aumentan los niveles de hiperactividad.
Por el contrario, una dieta adecuada para personas con TDAH debe ser variada, equilibrada y rica en frutas, verduras, cereales integrales, proteínas y grasas saludables. Destacan los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga como el EPA y DHA, presentes en pescados y mariscos. Estudios demuestran que los niños que consumen entre 150 y 500 mg diarios de omega 3 presentan menos síntomas asociados a este trastorno.
Opciones saludables para escolares
Velásquez recomienda preparar loncheras caseras y nutritivas, con alimentos como sánguches de pollo con verduras, choclo con queso acompañado de una fruta, o panqueques de avena con yogur griego. En cambio, es mejor evitar dulces, galletas, gaseosas, embutidos y frituras.
Sobre los suplementos nutricionales, la especialista subraya que solo deben consumirse bajo prescripción médica para evitar efectos adversos.
En conclusión, una alimentación saludable puede ayudar a las personas con TDAH a regular la glucosa, mejorar la función cerebral y reducir síntomas como la hiperactividad y la falta de atención. Además de cuidar la dieta, es fundamental promover la actividad física y recreativa diaria, así como aumentar la ingesta de hierro, vitamina C, legumbres y alimentos integrales.