El frío, la humedad y los virus estacionales pueden agravar el asma. Una especialista explica cómo mantener el control de la enfermedad y prevenir complicaciones durante esta temporada.
El frío, la humedad y los virus estacionales pueden agravar el asma. Una especialista explica cómo mantener el control de la enfermedad y prevenir complicaciones durante esta temporada.

Con la llegada del invierno, el frío, la humedad y los virus respiratorios se convierten en factores de riesgo para las personas que viven con asma. Esta condición, que afecta las vías respiratorias, puede agravarse en esta temporada si no se toman las precauciones necesarias.

La doctora Fátima Ortega, neumóloga de la Clínica Ricardo Palma, brinda seis recomendaciones clave para mantener el control del asma y evitar crisis severas durante los meses de frío:

  1. Mantenga un control adecuado del asma: No suspenda sus medicamentos de mantenimiento, cumpla con las visitas al neumólogo y realice los estudios necesarios para prevenir complicaciones.
  2. Disminuya riesgos de infecciones: Complete su esquema de vacunación, incluyendo influenza, covid-19 y neumococo, ya que las infecciones respiratorias pueden agravar el asma.
  3. Reduzca la exposición a alérgenos: Mantenga el hogar y la oficina limpios, use aspiradora o mopa húmeda, cambie sábanas y toallas semanalmente y ventile los ambientes para reducir la concentración de ácaros y polvo.
  4. Utilice deshumedecedores: Estos dispositivos ayudan a controlar la humedad en el ambiente, reduciendo la presencia de partículas que pueden irritar las vías respiratorias.
  5. Cuide su salud integral: Realizar ejercicio de forma regular y mantener una alimentación balanceada fortalece el sistema inmunológico y mejora la salud pulmonar.
  6. Evite la exposición directa al frío: Abríguese adecuadamente y cubra nariz y boca con un pañuelo al salir, para calentar el aire antes de inhalarlo y prevenir broncoespasmos.

¿Cuándo se necesitan nebulizaciones?

El tratamiento principal del asma incluye inhaladores de mantenimiento con corticoides y medicamentos de rescate como el salbutamol en caso de crisis. Las nebulizaciones, que permiten administrar fármacos de forma directa a los pulmones, pueden utilizarse durante crisis asmáticas o en pacientes con dificultades para utilizar inhaladores, pero deben ser indicadas por un médico tras una evaluación clínica.

“El invierno puede empeorar el asma debido al aire frío y los cambios de temperatura, que pueden desencadenar broncoespasmos, tos, opresión en el pecho y dificultad para respirar”, advierte la doctora Ortega.

Además, durante esta temporada aumenta la incidencia de infecciones respiratorias, por lo que es fundamental mantener un adecuado control de la enfermedad y acudir al neumólogo de forma regular para evitar complicaciones y preservar la calidad de vida.