Los pacientes oncológicos pueden requerir de cuidados paliativos para mejorar la calidad de vida y aliviar algunos síntomas propios de la enfermedad y su tratamiento, sin embargo, en el país existen múltiples barreras que dificultan el acceso a este tipo de atención.
Los pacientes oncológicos pueden requerir de cuidados paliativos para mejorar la calidad de vida y aliviar algunos síntomas propios de la enfermedad y su tratamiento, sin embargo, en el país existen múltiples barreras que dificultan el acceso a este tipo de atención.

En el marco del Día Mundial del Cáncer, enfermedad que registra más de 72,000 nuevos diagnósticos al año2, se pone de manifiesto la importancia de los cuidados paliativos, un tipo de atención médica que se brinda a personas con enfermedades avanzadas, oncológicas y no oncológicas, con el propósito de aliviar el sufrimiento y mejorar su calidad de vida. Si bien éstos forman parte del derecho a la salud3, su acceso es limitado y en el Perú, solo 6.5%4 de quienes los necesitan lo reciben, una cifra considerablemente baja al promedio mundial del 14%5.

De acuerdo con Roxana Rivera, médico oncólogo y gestora del Programa Oncológico de Cuidados Paliativos de Sanitas, existen diversas barreras que dificultan el acceso a estos tratamientos. Una de ellas es la limitada disponibilidad, dado que el país solo cuenta con 19 equipos6 que brindan estos servicios. Además, señala que “el desconocimiento de los profesionales de la salud y la falta de formación de especialistas en cuidados paliativos también son complicaciones importantes”, añade.

En esa línea, la especialista explica que otra barrera relevante es la concepción errónea sobre el momento en que deben aplicarse estos cuidados. “Comúnmente se cree que este acompañamiento solo se implementa en la fase terminal de una enfermedad, sin embargo, también pueden iniciarse en etapas más tempranas, brindando alivio a los síntomas y mejorando la calidad de vida del paciente para optimizar su bienestar físico y emocional a lo largo del tratamiento. Además, su acceso depende de la condición de cada persona y de la evaluación médica, garantizando una atención integral acorde a sus necesidades específicas”, añade.

Por otro lado, la Dra. Rivera enfatiza que superar estas barreras es fundamental para asegurar un soporte integral y de calidad. Este enfoque requiere la intervención de un equipo multidisciplinario que se encargue del tratamiento con fines paliativos, cuando no es posible la curación, el manejo del dolor y control de otros síntomas, es el principal objetivo, ya sea en el ámbito ambulatorio, como el domiciliario. A su vez, los especialistas deben brindar en algunos casos consulta nutricional, asistencias de terapia física, acompañamiento psicológico, soporte espiritual y socio familiar, tanto para el paciente como para sus familiares o cuidadores, garantizando un abordaje completo que abarca todas sus necesidades.

Sobre este último, la especialista destaca su importancia, debido a que “ayuda a aceptar y sobrellevar la enfermedad con una mejor predisposición, lo que incluso favorece el sistema inmunitario, mejorando la tolerancia y respuesta a los tratamientos. Adicionalmente, prepara al paciente para tomar decisiones anticipadas cuando la afección es incurable”.

En ese contexto, Sanitas a través del programa “Contigo”, implementado desde finales del 2019, brinda estos servicios a los pacientes, acompañándolos durante el proceso de la enfermedad, garantizando su bienestar y el de sus familias. “Somos una de las primeras empresas prestadoras de salud en el país, en que preocupados por brindar este tipo de atención, ofrece un programa de cuidados paliativos, como parte de nuestro compromiso por impulsar el acceso a la atención de calidad a las personas en todas las etapas de su vida”, finaliza la Dra. Rivera.

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