Aunque en 2025 se registra una leve disminución, el número de casos sigue muy por encima de los niveles prepandemia. El acceso a agua potable es aún una deuda pendiente.
Aunque en 2025 se registra una leve disminución, el número de casos sigue muy por encima de los niveles prepandemia. El acceso a agua potable es aún una deuda pendiente.

La salud digestiva sigue siendo una preocupación crítica en el Perú. Según datos del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades, los casos de enfermedades diarreicas agudas (EDA) aumentaron un 80 % entre 2021 y 2024, impulsados por factores estructurales como la falta de acceso a servicios básicos. Aunque en lo que va de 2025 se ha registrado una leve reducción del 19 %, la incidencia sigue siendo considerablemente más alta que en los años previos a la pandemia.

Entre las causas más comunes de las EDA figuran las infecciones provocadas por bacterias, virus y parásitos, así como malos hábitos alimenticios, automedicación y, sobre todo, el acceso limitado al agua potable. De hecho, cifras de la Sunass revelan que más de 3.5 millones de peruanos carecen de agua segura en sus hogares, lo que incrementa el riesgo de contagio, especialmente en zonas rurales y urbano-marginales.

“El bienestar gastrointestinal es fundamental para la salud integral. En Perú, este tema ha sido históricamente subestimado, cuando en realidad tiene un impacto directo en la calidad de vida y la sostenibilidad del sistema sanitario”, señala el Dr. Gerardo Ronceros, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Privada del Norte (UPN). El experto destaca que es urgente priorizar la prevención desde la atención primaria, formar médicos con enfoque integral y fomentar hábitos saludables en la población.

Las poblaciones más afectadas por estas enfermedades son los niños menores de cinco años y los adultos mayores, quienes presentan mayor riesgo de deshidratación y complicaciones graves. Además del impacto sanitario, estas enfermedades generan altos costos sociales y económicos, como ausentismo escolar y laboral, gastos en atención médica y presión sobre los servicios públicos.

En ese contexto, el cambio climático se ha convertido en un factor agravante. Eventos como el Fenómeno El Niño modifican la calidad del agua y favorecen la proliferación de microorganismos patógenos. Frente a esta realidad, el Dr. Ronceros propone adoptar enfoques innovadores como la medicina de precisión, que permite personalizar estrategias de prevención y tratamiento, tomando en cuenta factores genéticos y ambientales.

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