Si alguna vez has sentido que te cuesta concentrarte, recordar tareas simples o mantener la atención durante el embarazo o el posparto, no estás sola. Esta sensación, conocida como “cerebro de mamá” o mommy brain, es más común de lo que se cree y tiene una explicación científica. Lejos de ser un signo de debilidad, estos cambios cognitivos son parte del proceso de adaptación del cerebro materno a su nueva etapa de vida.
Un estudio publicado en Nature Neuroscience reveló que la maternidad provoca modificaciones reales en la estructura cerebral, especialmente en áreas ligadas a la memoria, la empatía y la regulación emocional. Estas transformaciones, impulsadas por el vaivén hormonal, procesos neuroanatómicos y cambios psicosociales, permiten a las madres responder con mayor sensibilidad a las necesidades de sus bebés.
La psicóloga clínica Kristell Pacheco destaca que hasta el 80 % de las madres primerizas puede experimentar pérdida de memoria a corto plazo o una sensación de “desconexión”, pero esto no debería generar alarma. “Es una reorganización adaptativa del cerebro que favorece la intuición y el vínculo madre-hijo. Validar esta experiencia ayuda a transitar el posparto con menos presión y mayor empatía consigo mismas”, señala.
Recomendaciones para sobrellevar el mommy brain:
Con el apoyo de Babysec, la especialista sugiere algunos consejos prácticos para afrontar esta etapa de forma más amable y organizada:
- Prioriza el descanso: Dormir bien impacta directamente en la memoria y el estado de ánimo. Aprovecha las siestas del bebé y comparte responsabilidades.
- Usa recordatorios: Apóyate en notas, alarmas o aplicaciones que te ayuden a no olvidar lo importante.
- Busca apoyo: Habla con tu entorno y acepta ayuda. No tienes que hacerlo todo sola.
- Cuida tu cuerpo: Una alimentación saludable y actividad física ligera pueden ayudarte a sentirte con más energía y claridad mental.
- Sé compasiva contigo misma: Tu cuerpo y mente están atravesando una transformación poderosa. Escúchate sin juicio.
Entender el mommy brain como un proceso natural y no como una falla permite a las madres vivir esta etapa con mayor tranquilidad. Se trata de una señal de que el cuerpo y el cerebro están priorizando el cuidado del bebé... y también el tuyo.