Una afección frecuente en deportistas y trabajadores que puede prevenirse y tratarse con éxito.
Una afección frecuente en deportistas y trabajadores que puede prevenirse y tratarse con éxito.

Sentir dolor y debilidad en el codo al levantar objetos, girar una perilla o incluso al dar la mano puede ser una señal de epicondilitis lateral, más conocida como codo de tenista. Esta lesión ocurre por el uso repetitivo de los músculos del antebrazo y puede afectar tanto a deportistas como a personas con actividades laborales que impliquen movimientos repetitivos, como carpinteros, pintores o digitadores.

El Dr. Christian Lozano, especialista de la Clínica Anglo Americana, explica que esta afección no solo genera molestias, sino que, sin tratamiento adecuado, puede volverse crónica y limitar la funcionalidad del miembro superior. “Muchos pacientes consultan cuando el dolor ya interfiere con sus actividades diarias. Identificar y tratar el problema a tiempo es clave para evitar complicaciones”, señala.

Síntomas y diagnóstico

Los principales signos del codo de tenista incluyen:

  • Dolor en la parte externa del codo, que puede irradiarse hacia el antebrazo.
  • Debilidad en la mano, dificultando actividades como sujetar un objeto o girar una llave.
  • Molestias al realizar movimientos de agarre o extensión de la muñeca contra resistencia.

El diagnóstico se realiza con una evaluación clínica y pruebas físicas. En algunos casos, se pueden requerir estudios como ecografía o resonancia magnética para descartar otras lesiones.

Tratamiento y manejo de la lesión

El tratamiento depende de la severidad de la afección. En las primeras etapas, se recomienda:

  • Modificar actividades para reducir la sobrecarga en el tendón.
  • Realizar fisioterapia con ejercicios de estiramiento y fortalecimiento progresivo.
  • Administrar antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) para aliviar el dolor.
  • Usar ortesis o coderas para disminuir la tensión en el codo.

En casos más avanzados, se puede considerar la aplicación de corticosteroides para un alivio temporal. “Un tratamiento oportuno puede prevenir la progresión de la lesión y evitar procedimientos más invasivos”, indica el Dr. Lozano.

Si los tratamientos convencionales no ofrecen mejoría después de varios meses, pueden emplearse:

  • Terapia de ondas de choque, que estimula la recuperación del tejido.
  • Infiltraciones de plasma rico en plaquetas (PRP), que favorecen la regeneración del tendón.
  • Cirugía, recomendada en casos crónicos que no responden a otros tratamientos tras 6 a 12 meses.

Prevención y recomendaciones

  • Para reducir el riesgo de desarrollar codo de tenista, se recomienda:
  • Mejorar la técnica deportiva con la guía de un especialista.
  • Fortalecer los músculos del antebrazo con ejercicios específicos.
  • Usar equipo adecuado, como raquetas con el peso y grip correctos.
  • Realizar calentamiento y estiramientos antes de actividades repetitivas.

“El diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado pueden evitar que esta lesión afecte la calidad de vida de quienes la padecen”, concluye el Dr. Lozano.

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