El llanto inconsolable por gases es una de las principales causas de cólicos en los recién nacidos. Expertos del Instituto Carrión brindan técnicas efectivas para aliviarlos.
El llanto inconsolable por gases es una de las principales causas de cólicos en los recién nacidos. Expertos del Instituto Carrión brindan técnicas efectivas para aliviarlos.

El llanto persistente de un bebé, incluso cuando no tiene hambre, frío ni necesita cambio de pañal, suele deberse a una causa frecuente y muchas veces subestimada: los gases. Este malestar, aunque pasajero, puede provocar cólicos, incomodidad y noches sin descanso para toda la familia.

“La expulsión de gases es clave para el bienestar del bebé. El problema se origina por la inmadurez de su sistema digestivo y la entrada de aire durante la lactancia o el llanto. Parte de la leche no digerida se fermenta en el intestino, generando gases. Por eso es fundamental que los padres conozcan las técnicas más efectivas para solucionarlo”, explica Vicenta Curasma, docente de Enfermería Técnica del Instituto Carrión.

Posturas recomendadas

  • En brazos, sobre el hombro del adulto: colocar al bebé erguido, con la cabeza y tórax apoyados en el hombro. Sostener su espalda y cuello mientras se dan suaves palmaditas o masajes circulares.
  • Sentado en el regazo (posición de jinete): el bebé se sienta en las piernas del cuidador con la espalda inclinada hacia adelante. Se sostiene su pecho y cabeza mientras se masajea la espalda.
  • Acostado boca abajo sobre el regazo: colocar al bebé sobre las piernas, boca abajo y con la cabeza de lado. Se acompaña con palmaditas o masajes en la espalda, lo que además ayuda a calmar cólicos por la ligera presión en el abdomen.

Consejos prácticos

  • Hacer pausas durante la lactancia cada 5–10 minutos para que eructe.
  • Asegurarse de que esté bien acoplado al pecho.
  • Dar masajes abdominales suaves en círculos, siguiendo el sentido de las agujas del reloj.
  • Mantenerlo en posición vertical al menos 15–20 minutos después de comer.
  • Procurar un ambiente tranquilo durante la lactancia para evitar llanto excesivo.
  • Evitar la ropa ajustada que comprima el abdomen.

“Cada bebé es único y puede requerir más tiempo para aprender a expulsar gases por sí mismo. La paciencia y la constancia en estas técnicas favorecen el bienestar del niño y brindan tranquilidad a los padres”, añade la especialista.