“Cuando llevamos heridas no resueltas de la infancia a una relación, corremos el riesgo de proyectar expectativas no realistas en nuestra pareja”, explica David Fishman.
“Cuando llevamos heridas no resueltas de la infancia a una relación, corremos el riesgo de proyectar expectativas no realistas en nuestra pareja”, explica David Fishman.

En el día de San Valentín, mientras muchos celebran el amor romántico, es crucial recordar que la base de una relación saludable se encuentra en la fortaleza emocional individual. Antes de embarcarse en una relación de pareja, es esencial dirigir la atención hacia el “niño interior”, una metáfora psicológica que representa las experiencias y heridas emocionales de la infancia.

David Fishman, reconocido escritor y conferencista, destaca la relevancia de sanar el niño interior como un paso fundamental para construir relaciones sólidas y satisfactorias. Este proceso implica reflexionar sobre las experiencias pasadas, reconocer y abordar las heridas emocionales, y aprender a satisfacer nuestras propias necesidades emocionales de manera saludable.

“Cuando llevamos heridas no resueltas de la infancia a una relación, corremos el riesgo de proyectar expectativas no realistas en nuestra pareja, buscar la validación externa de manera desesperada o reaccionar de manera exagerada ante situaciones que desencadenan recuerdos dolorosos. Estas dinámicas pueden crear tensiones innecesarias y obstáculos en la construcción de una conexión sólida”, explica Fischman.

El autor de “Sana tu niño interior”, nos explica en qué aspectos debemos trabajar antes de embarcarnos en una relación de pareja:

  • Heridas de abandono Emocional. Es necesario reconocer y abordar la sensación de abandono emocional experimentada durante la infancia. Así podremos desarrollar la capacidad de confiar en otros y en uno mismo para establecer conexiones emocionales sólidas.
  • Inseguridad y baja autoestima: Este es un factor que se puede desarrollar desde la infancia. Es importante identifcar las raíces de nuestra inseguridad para poder cultivar una imagen positiva de uno mismo y aprender a satisfacer las propias necesidades emocionales sin depender excesivamente de la validación externa.
  • Patrones relacionales aprendidos: Muchas veces no reflexionamos sobre los modelos de relaciones observados durante la infancia. Desaprender patrones negativos es la única forma en la que podemos adoptar estrategias saludables para la resolución de conflictos y la comunicación efectiva.
  • Miedo al Compromiso o abandono: Abordar cualquier miedo profundo al compromiso o al abandono que pueda surgir de experiencias pasadas. Debemos desarrollar la capacidad de comprometerse de manera saludable sin temor constante a la pérdida.
  • Limitaciones en la expresión emocional: Tenemos que explorar y superar las restricciones en la expresión emocional aprendidas en la infancia. Solo así podremos comunicar de manera abierta y asertiva las necesidades, deseos y emociones en una relación de pareja.

En este Día de San Valentín, David Fishman nos insta a considerar la importancia de cultivar la salud emocional personal antes de comprometernos en una relación de pareja. Puedes descubrir más de estos consejos en su último libro