Especialistas advierten que el dolor neuropático, común en pacientes con diabetes y otras enfermedades, deteriora gravemente la calidad de vida y requiere un abordaje integral.
Especialistas advierten que el dolor neuropático, común en pacientes con diabetes y otras enfermedades, deteriora gravemente la calidad de vida y requiere un abordaje integral.

El dolor neuropático, tanto central como periférico, es una de las condiciones más complejas y debilitantes dentro de la medicina moderna. Se caracteriza por sensaciones de ardor, hormigueo, punzadas eléctricas o pérdida de sensibilidad, y suele estar acompañado de insomnio, ansiedad, depresión y limitaciones funcionales que afectan significativamente la calidad de vida de los pacientes.

A nivel mundial, se estima que entre el 6.9 % y el 10 % de la población sufre de esta condición, lo que equivale a una de cada diez personas al año. Cada 17 de octubre, el Día Mundial del Dolor busca crear conciencia sobre su impacto físico, emocional y social.

En el Perú, los datos son igualmente preocupantes: un estudio en pacientes con diabetes tipo 2 reveló que el 60.5 % presentaba neuropatía periférica dolorosa, lo que refleja una alta carga de enfermedad y la necesidad de mejorar el diagnóstico y el tratamiento. Además, el dolor neuropático también puede aparecer en casos de neuralgia postherpética o infección por VIH.

“El dolor neuropático puede ser devastador. A menudo es malinterpretado por la falta de signos externos, pero quienes lo padecen viven con una carga constante que afecta tanto su salud física como mental”, señaló el Dr. Juan José Pereyra, neurólogo y médico de enlace científico de Adium Perú.“La electromiografía (EMG) y los estudios de conducción nerviosa permiten evaluar la función de los nervios y la actividad eléctrica muscular de manera objetiva”, agregó.

Claves para comprender el dolor invisible

Los síntomas varían, pero suelen incluir sensaciones de quemazón, hormigueo, punzadas eléctricas, alodinia (dolor ante estímulos no dolorosos) y hiperalgesia (dolor exagerado ante estímulos leves). También pueden aparecer síntomas negativos, como pérdida de sensibilidad en ciertas zonas. Estas manifestaciones impactan directamente en la vida personal, laboral y emocional del paciente.

El Dr. Marco Narváez, especialista internacional en dolor, destacó la importancia de la adherencia al tratamiento:

“Es fundamental que los pacientes no interrumpan su medicación y reporten cualquier evento adverso. Existen diversas estrategias de dosificación y terapias combinadas que pueden mejorar la tolerancia y efectividad del tratamiento. Consultar a un especialista es el primer paso hacia el alivio.”

Los expertos coinciden en que el manejo del dolor neuropático debe ser multidisciplinario, combinando farmacoterapia, rehabilitación física y apoyo psicológico. Este enfoque permite aliviar el dolor, reducir el impacto emocional y mejorar la funcionalidad.

Aunque invisible a la vista, el dolor neuropático es considerado un problema de salud pública. Su detección temprana y tratamiento adecuado no solo mejoran la calidad de vida de los pacientes, sino que también reducen la carga social y económica que representa para los sistemas de salud.