La maternidad y la paternidad atraviesan un proceso de transformación digital en el que las redes sociales han pasado a ser referentes inmediatos de crianza. Según un estudio de Intimina, el 65% de las madres siente inseguridad respecto a sus métodos de crianza después de exponerse a contenido sobre maternidad en estas plataformas.
En el Perú, más del 20% de los millennials ya son padres, de acuerdo con Datum, mientras que más del 80% de la población nacional utiliza al menos una red social, según Statista. Estas cifras reflejan la influencia que tienen plataformas como Instagram, TikTok o YouTube en la vida diaria y en las decisiones relacionadas con la educación y estilo de vida familiar.
Para Adriana Necochea, directora de Sakkana Comunicaciones, el impacto de estos espacios digitales no puede subestimarse: “Las redes sociales son el nuevo canal de comunicación de preferencia, muchas veces reemplazando a especialistas médicos o familiares. Ahí recae la responsabilidad de marcas y profesionales de generar contenido responsable y empático”, explicó.
Influencia y comparación constante
Si bien algunos contenidos resultan útiles, muchos otros generan sentimientos de culpa, comparación e insuficiencia. Investigadores de la Universidad de Nebraska-Lincoln señalan que las personas con mayor tendencia a compararse con los demás son las más afectadas por publicaciones glamorosas que muestran una maternidad idealizada.
Necochea advierte también sobre los riesgos de la presión digital: “Se habla mucho sobre salud mental y las implicancias de estas nuevas herramientas que generan adicciones, trastornos y presiones por mostrar una vida perfecta. Es importante analizar con cuidado la información que consumimos, pues muchas veces no corresponde a la realidad”.
Algoritmos y crianza digital
Lo que antes estaba en manos de medios tradicionales ahora lo determinan los algoritmos: desde los estilos de vida hasta las decisiones sobre crianza. Reconocer este poder e influencia resulta esencial para que tanto padres como comunicadores comprendan el rol del entorno digital en la formación de percepciones, emociones y decisiones.