La combinación de productos como el cloro y el y sustancias nitrogenadas como el amonio puede generar gases tóxicos que afectan la salud. Un especialista explica los síntomas de alerta y qué hacer en estos casos.
La combinación de productos como el cloro y el y sustancias nitrogenadas como el amonio puede generar gases tóxicos que afectan la salud. Un especialista explica los síntomas de alerta y qué hacer en estos casos.

Los vapores tóxicos pueden generarse tanto en piscinas como en el hogar al mezclar productos de limpieza de manera inadecuada. Uno de los compuestos más comunes es la cloramina, que se forma cuando el cloro entra en contacto con sustancias que contienen amonio o urea. Dependiendo de la concentración y el tiempo de exposición, puede causar desde irritación leve hasta problemas respiratorios graves.

Según Joel Llerena, médico de urgencias de la Clínica Anglo Americana sede San Isidro, la intoxicación por vapores químicos ocurre principalmente por inhalación, pero también puede darse por contacto con la piel o ingestión accidental. “Lo más común es la exposición a gases irritantes cuando se mezclan productos de limpieza en espacios cerrados”, explica.

Los primeros síntomas incluyen irritación ocular, molestias en la garganta y dificultad para respirar. En casos graves, puede derivar en broncoespasmos o incluso edema pulmonar.

El riesgo no se limita solo al hogar. Las piscinas también pueden ser una fuente de intoxicación si los productos desinfectantes no se manejan correctamente. “Si la piscina no tiene las concentraciones adecuadas de cloro y el pH correcto, pueden formarse sustancias tóxicas que afectan a los usuarios”, advierte Llerena.

Ante los primeros síntomas, actuar rápido es clave. Lo primero es alejarse de la zona afectada y, si hubo contacto directo, lavar la piel y los ojos con abundante agua. También se recomienda retirar la ropa contaminada y ventilar el área. Si los síntomas persisten o se agravan, se debe buscar atención médica de inmediato. En los servicios de emergencia, el tratamiento varía según la gravedad del caso, desde nebulizaciones con salbutamol hasta ventilación mecánica en situaciones severas.

Para prevenir intoxicaciones, el Dr. Llerena recomienda no mezclar productos de limpieza, asegurarse de que las piscinas cumplan con las normas de desinfección, mantener los espacios ventilados al manipular sustancias químicas y supervisar a los niños en piscinas para evitar la ingesta accidental de agua.

Aunque estos casos no son frecuentes, pueden tener consecuencias graves si no se toman precauciones. Un manejo responsable y una respuesta rápida ante los primeros síntomas pueden marcar la diferencia.

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