En el Perú, más del 43% de los menores de tres años sufre anemia, una condición que debilita el sistema inmune y afecta su desarrollo. Una dieta adecuada es clave para prevenir infecciones respiratorias en temporada de frío.
En el Perú, más del 43% de los menores de tres años sufre anemia, una condición que debilita el sistema inmune y afecta su desarrollo. Una dieta adecuada es clave para prevenir infecciones respiratorias en temporada de frío.

Con la llegada del invierno, las infecciones respiratorias se convierten en una preocupación para las familias peruanas, especialmente para quienes tienen niños pequeños en casa. Sin embargo, un problema silencioso agrava la vulnerabilidad de los menores frente a estas enfermedades: la anemia.

Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES 2024), el 43,7% de los niños peruanos entre 6 y 35 meses padece anemia, causada principalmente por deficiencia de hierro, lo que debilita las defensas y retrasa la recuperación frente a gripes y resfríos.

“La anemia reduce la capacidad del cuerpo para transportar oxígeno, afectando la energía y la respuesta inmunológica. Un niño con anemia es más propenso a enfermarse y tarda más en recuperarse de las infecciones típicas del invierno”, explica Neliza Zuñiga, nutricionista y docente de Nutrición y Dietética de la Universidad Norbert Wiener.

Ante esta situación, la especialista brinda cinco consejos prácticos para reforzar las defensas de los niños durante el invierno y reducir el riesgo de anemia:

  1. Potenciar el consumo de hierro: Preferir alimentos ricos en hierro de origen animal (hígado, sangre, carnes rojas, vísceras) por su alta absorción. Para fuentes vegetales (menestras, espinaca, acelga), combinar con vitamina C (limón, naranja) para mejorar su absorción.
  2. No descuidar las vitaminas clave: La vitamina A fortalece las barreras protectoras del cuerpo y está en alimentos como hígado, yema de huevo y vegetales naranjas. La vitamina D, que previene infecciones respiratorias, se encuentra en pescados azules, huevos y lácteos fortificados.
  3. Incluir alimentos fermentados y frutos secos: El yogurt aporta probióticos que refuerzan la microbiota intestinal. Las nueces, almendras, pecanas y maní, recomendadas seis veces por semana, aportan zinc y omega 3, fundamentales para el sistema inmune.
  4. Fortalecer la alimentación en las loncheras: Incluir una fruta fresca, una fuente de proteína (queso, huevo, yogurt), un alimento energético (pan, avena, camote) y agua para mantener una alimentación equilibrada durante el día.
  5. Reducir ultraprocesados y azúcares: Limitar su consumo para evitar que desplacen alimentos nutritivos. Además, mantener horarios de comida regulares y variar la dieta contribuye a una buena nutrición.

“Los niños aprenden sus hábitos alimenticios en casa. Involucrar a la familia en una alimentación balanceada permite que acepten mejor estos alimentos en la lonchera y contribuye a mantenerlos sanos durante el invierno. La alimentación es una herramienta activa de prevención”, concluye Zuñiga.

En este invierno, reforzar la alimentación con alimentos ricos en hierro, vitaminas y nutrientes es clave para prevenir la anemia, fortalecer las defensas y garantizar que los niños crezcan sanos y protegidos frente a las enfermedades respiratorias.