Jorge Saldaña: "La cirugía abierta está prácticamente obsoleta"
Jorge Saldaña: "La cirugía abierta está prácticamente obsoleta"

Jorge Saldaña considera que los problemas en el sistema urinario no son solo de , sino que abarcan otros aspectos, e implican una atención integral para los pacientes con ayuda de otras áreas. Esta problemática lo llevó a formar un equipo interdisciplinario y crear Urozen, una clínica con ambiciones investigativas y tecnológicas que trajo al Perú desde el 2010 el láser holmium, convirtiéndose en la institución de mayor experiencia en esta tecnología en el Perú y la segunda en Sudamérica.

¿Cómo inicias Urozen? 

Hace cuatro años le dimos énfasis al proyecto. Teníamos el concepto de dar una atención al paciente para que también se sienta escuchado, de allí el “zen” (meditación y escucha). También nace al regresar de mis viajes por EE.UU., España y Alemania. La gente se especializaba dentro de la urología (cáncer de próstata, cálculos de los riñones en niños, etc.), entonces decido especializarme y busco a especialistas en otras áreas. Así empieza a nacer Urozen: un grupo de urólogos de muchas áreas con el valor de escuchar a las personas.

¿Cómo das ese salto al extranjero? 

El primer viaje lo logro gracias a un médico peruano que vivía en EE.UU., y luego el resto fue por contactos, escribiendo, pidiendo rotaciones en España. Lo de Alemania surge porque en Urozen adquirimos el primer láser holmio en el 2010, después me comentaron que Múnich era el lugar que tenía el mejor equipo. No es que el Estado nos haya pagado para hacerlo.

¿Cuáles son las afecciones más difíciles de tratar? 

En lo que nos hemos vuelto número uno han sido el dolor pélvico crónico en hombres y el síndrome de vejiga dolorosa, precisamente porque no muchos lo pueden tratar. Por último, en los problemas de disfunción eréctil. Hay muchas más cosas, además del viagra, como el tratamiento regenerativo con células madre. Hay ginecólogos, psicólogos, fisioterapeutas, psiquiatras, sexólogos; somos un grupo multidisciplinario, ya que ninguna de estas enfermedades se pueden tratar solo con un urólogo.

¿Con qué herramientas logran combatir estos males? 

Invertimos en tecnología, como equipos de fisioterapia, ondas de choque, radiofrecuencia, láser, terapia con células madre. Si no se tiene el personal ni la tecnología, se cataloga al paciente con una enfermedad incurable cuando en verdad sí se puede curar.

¿Cuál es la diferencia entre el láser holmium y el convencional? 

Es para la enfermedad más frecuente de los varones, que es la hiperplasia benigna de próstata, y cumple la función de un bisturí láser; es decir, va entre la próstata y lo que le rodea, sin lastimar ninguna estructura. Con los años fuimos perfeccionando esa técnica y desde 2016 se puede hacer algo en 30 o 40 minutos, antes se tardaba dos horas. Además provoca menos sangrado, menos dolor y no es invasiva. En cambio, el láser normal convierte la próstata en humo, actúa sobre el agua que hay dentro de este órgano, la hierve.

¿Qué tratamiento se le sigue después de aplicado este láser? 

Siempre le digo al paciente que hay tres tipos de recuperación: la hospitalaria que dura 24 horas; la laboral, que dura entre 1 y 2 semanas; y la sexual o deportiva, que son 4 semanas. Si se hace un trabajo de oficina, no tarda mucho tiempo en hacer todo con normalidad.

¿Qué riesgos implica el uso de este láser? 

Nuestra tasa de complicaciones en los últimos 6 años es del 0%, ese es uno de nuestros principales logros. Hemos operado en todos estos años a alrededor de 2 mil pacientes. Este láser tiene una curva de aprendizaje que es bastante fuerte. Somos el segundo grupo de médicos con más experiencia en el manejo del láser holmium después del Hospital Alemán, en Buenos Aires.

¿Qué propuestas sugieres para que el Estado mejore en materia de salud? 

Primero, escuchar más a los médicos, dar un trato más digno a los pacientes y más investigación. Yo aprendí a investigar los estándares internacionales en el extranjero. Si me decían eso en un hospital nacional, no hubiese sabido qué hacer. Urozen ha alcanzado el 80% de la investigación en urología en el Perú. Muchos no saben cómo investigar o no tienen el tiempo. Otro punto es que se invierta más es en capacitación.

¿Qué mensaje tienes para los pacientes? 

Que superen sus miedos y acudan al médico. En segundo lugar, la prevención. En el Perú mueren 9 mil personas al año por cáncer de próstata, pero si se hubiese diagnosticado a tiempo, al menos 8500 no hubiesen muerto. También les diría que lean más. La ciencia ha avanzado mucho y prácticamente la cirugía abierta está obsoleta. Muchos médicos te dicen que no hay más opción para tratarlos que una cirugía abierta y es porque no saben otro método o porque no quieren aprender. 

TAGS RELACIONADOS