El desempleo, el trabajo remoto, el encierro y la falta de actividad incrementan los niveles de estrés en las personas. (FOTO: ALESSANDRO CURRARINO/GEC)
El desempleo, el trabajo remoto, el encierro y la falta de actividad incrementan los niveles de estrés en las personas. (FOTO: ALESSANDRO CURRARINO/GEC)

La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo ha dicho: a nivel global, una de cada cuatro personas sufre de alguna enfermedad neuropsicológica en algún momento de su vida. Depresión y trastornos relacionados, por ejemplo, ocupan el cuarto lugar en el ranking de los males globales. Frente a ello, es necesario considerar que, por más que existen factores personales que podrían generar problemas mentales, el nivel de satisfacción con el empleo tiene un papel fundamental con relación al equilibrio mental.

Si bien es cierto que un gran porcentaje de empleados ve un propósito en su trabajo, la otra parte puede pasar por momentos desagradables en su centro laboral sea por conflictos con compañeros o gestores, por exceso de trabajo o por falta de oportunidades de crecimiento profesional.

El análisis. Hecho por la OMS apunta que un ambiente de trabajo considerado “malo” o “negativo” puede afectar directamente la salud mental de las personas, generando problemas como alto nivel de estrés, trastorno de ansiedad, depresión lo que a la larga causa ausentismo laboral. Según Giancarlo Ameghino, gerente de gestión de talento y desarrollo humano del Grupo Crosland, ante los cambios que se han dado en la forma de trabajo, los trabajadores se han visto expuestos a grandes cambios y es necesario incorporar sesiones de salud emocional para ayudar a los colaboradores a detectar posibles casos de ansiedad o depresión, entre otros problemas. Asimismo, el especialista en recursos humanos recomienda algunas pautas para identificar y prevenir algunos problemas como el estrés y la depresión.

¿Qué podemos hacer?. Empezar por reconocer las señales de alerta. El cuerpo recibe señales de alerta constantes cuando algo ocupa la mente de forma negativa, ya sea por miedo o estrés, lo que desencadena tensión muscular (cuello, espalda), calambres, adormecimiento del rostro o brazo, miedo constante, falta de sueño y dificultad para respirar.

RealizaR ejercicio. Nuestro cuerpo necesita moverse para encontrar un equilibrio, el ejercicio puede ser de alto movimiento o de relajación como el yoga; lo importante es realizarlo diariamente.

Toma una pausa.  ya sea que necesites alejarte de tu trabajo o de tu entorno familiar, busca un tiempo para encontrarte, realiza un viaje o un simple paseo a solas donde puedas ordenar tus ideas e identificar que te está generando tensión.

Siga una rutina. En caso estés trabajando desde casa, busca establecer rutinas para levantarte, hacer ejercicio, alimentarte en horarios fijos, establece horarios para trabajar y tener pausas; finalmente reserva un tiempo para hacer algo que te guste.

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