Aunque muchas personas lo confunden con gastritis o reflujo, el cáncer gástrico es una de las enfermedades más mortales del mundo y suele pasar desapercibido en sus primeras etapas. Según la OMS, más de un millón de nuevos casos se diagnostican cada año, con 770 mil muertes. En el Perú, el diagnóstico tardío sigue siendo una de las principales barreras para tratarlo a tiempo.
“El gran problema es que sus síntomas se parecen a los de afecciones comunes, lo que lleva a postergar el diagnóstico”, advierte el Dr. Luis Torres, cirujano oncólogo especializado en cáncer gástrico. Entre las señales de alerta que podrían indicar un tumor estomacal, el especialista menciona: ardor persistente, molestias al alimentarse, sensación de llenura precoz, vómitos frecuentes y heces oscuras o melena.
Helicobacter pylori: una bacteria bajo la lupa
Torres también señala que, en muchos casos, la inflamación gástrica está vinculada a la infección crónica por Helicobacter pylori, una bacteria que puede generar gastritis y aumentar el riesgo de desarrollar cáncer. Según la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), el 89% de los casos de cáncer gástrico distal están asociados a esta infección.
Ante síntomas persistentes por más de dos semanas, se recomienda acudir al gastroenterólogo para una endoscopía digestiva alta, una prueba que permite observar el interior del estómago y tomar biopsias si es necesario.
“Si el cáncer se detecta cuando aún está localizado, es posible planificar una cirugía curativa. De lo contrario, podría requerirse quimioterapia o solo una intervención paliativa”, detalla el especialista.
Cirugías y errores comunes
El tratamiento quirúrgico depende de la ubicación del tumor. Una gastrectomía subtotal radical se aplica si el cáncer está en la parte baja del estómago, mientras que una gastrectomía total es necesaria si está en la parte superior o tiene mayor extensión. “Detectarlo a tiempo permite optar por técnicas menos invasivas”, asegura Torres.
Uno de los errores más frecuentes, según el oncólogo, es la automedicación con antiácidos como omeprazol. Esto alivia temporalmente, pero también enmascara síntomas importantes y retrasa un diagnóstico oportuno.
Evaluación personalizada y pronóstico
Aunque no existe una edad fija para realizar controles preventivos como en otros tipos de cáncer, el doctor recomienda una evaluación individual. En personas con antecedentes familiares o infecciones previas por Helicobacter pylori, puede ser necesario realizar una endoscopía incluso sin síntomas.
La diferencia entre un diagnóstico temprano o tardío es contundente: según el Global Cancer Observatory, la tasa de supervivencia a cinco años es superior al 60% en etapas tempranas, pero cae a menos del 20% en fases avanzadas.
“No se trata de generar alarma, sino conciencia. El cáncer gástrico no avisa, por eso, ante síntomas digestivos persistentes, consultar a tiempo puede salvar vidas”, concluye el Dr. Torres.