El lavado y secado correcto de manos puede reducir en hasta 36 % las enfermedades infecciosas. Expertos y organizaciones como la OMS y WaterAid insisten en no subestimar esta práctica de salud pública esencial.
El lavado y secado correcto de manos puede reducir en hasta 36 % las enfermedades infecciosas. Expertos y organizaciones como la OMS y WaterAid insisten en no subestimar esta práctica de salud pública esencial.

Aunque lavarse las manos parece una acción simple, su impacto en la salud pública es profundo. Según Unicef, hasta 1.500 bacterias pueden habitar en un solo centímetro cuadrado de piel si no se realiza una higiene adecuada. Virus, hongos y otros microorganismos convierten las manos en una de las principales vías de transmisión de enfermedades si no se limpian y secan correctamente.

Organizaciones internacionales como WaterAid destacan que la higiene de manos con agua y jabón reduce en un 30 % la diarrea, en un 23 % las infecciones respiratorias agudas, y en 36 % las infecciones por coronavirus estacionales. La práctica también es fundamental para prevenir brotes de cólera, COVID-19, disentería, ébola, hepatitis E y SARS.

“El lavado de manos es una estrategia de salud pública de bajo costo y alta efectividad”, señala el informe de WaterAid 2024.

El secado, la etapa olvidada

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha sido enfática: además del lavado, el secado de manos es clave. Investigaciones indican que las manos húmedas pueden albergar hasta mil veces más bacterias que unas secas, convirtiéndose en un medio ideal para la proliferación de gérmenes.

En ese contexto, soluciones como las ofrecidas por Kimberly-Clark Professional ayudan a mejorar esta etapa. Su línea incluye jabones en espuma Kleenex y en spray Scott, así como toallas de papel con tecnología AIRFLEX, que permite un secado más eficiente al retener más agua entre las fibras. Además, el uso de papel reduce el contacto con superficies de uso común (grifos, manijas), minimizando el riesgo de re-contaminación.

La clave: rutina completa y consciente

Expertos recomiendan adoptar una rutina completa:

  • Lavar las manos con agua y jabón por al menos 20 segundos.
  • Secarlas completamente con toallas de papel desechables.
  • Evitar tocar superficies públicas sin protección inmediatamente después.

Una higiene de manos efectiva no solo protege la salud individual, sino que es esencial para crear entornos más seguros en hogares, escuelas, oficinas y espacios públicos.

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