En el Perú, la migraña afecta al 22,8 % de la población adulta entre 18 y 65 años, según un estudio sobre prevalencia y asociaciones demográficas del dolor de cabeza, presentado en el evento EsPAZio, organizado por Pfizer.
El informe señala que la migraña es más común en mujeres (28,2 %) que en hombres (16,4 %), casi el doble de frecuencia, y que también se presenta con mayor incidencia en personas que viven a gran altitud.
El evento EsPAZio reunió a 510 asistentes, entre especialistas de la salud y público en general, con el objetivo de informar, generar conciencia y ofrecer alternativas de alivio frente a la migraña.
¿Qué es el cerebro migrañoso?
La doctora Katherine Bendezú, médico cirujana especialista en neurología, explicó que el “cerebro migrañoso” es hipersensible e hiperalerta, procesando estímulos cotidianos como la luz, el ruido o el estrés de manera distinta a un cerebro normal, lo que genera síntomas incapacitantes.
Entre los principales síntomas de la migraña se encuentran el dolor pulsátil, náuseas, intolerancia a la luz y al ruido, así como alteraciones del sueño y del ánimo. Factores como el estrés, los cambios hormonales, los problemas de sueño y las alteraciones cervicales agravan los episodios.
“La migraña no solo impacta en la salud del paciente, sino también en su entorno familiar, laboral y académico, ya que la persona puede estar presente físicamente, pero con una funcionalidad muy reducida”, remarcó la especialista.
Una enfermedad crónica controlable
Por su parte, el doctor Ernesto Bancalari, neurólogo y director del Centro para el Estudio y Tratamiento de las Cefaleas, subrayó que la migraña es una enfermedad crónica, como la hipertensión o la diabetes, que no se cura pero sí puede controlarse con tratamiento adecuado.
El especialista aclaró que no existen alimentos prohibidos universales, ya que solo un 20 % de pacientes tiene disparadores alimenticios específicos. Además, dolores en el cuello, senos paranasales o en los ojos pueden estar relacionados a la migraña y no necesariamente a problemas independientes.
Bancalari recomendó llevar un diario de dolor, registrando los días de dolor, duración, circunstancias, medicación y respuesta, lo que permite ajustar el tratamiento de forma individualizada.