De las 238 muertes maternas registradas en el Perú el año pasado, 21 fueron durante el proceso del parto, según datos del Ministerio de Salud.
De las 238 muertes maternas registradas en el Perú el año pasado, 21 fueron durante el proceso del parto, según datos del Ministerio de Salud.

Aunque muchas veces el parto se presenta como el momento más esperado y emocionante de la maternidad, hay riesgos que, si no se identifican y controlan a tiempo, pueden poner en peligro la vida de la madre y del recién nacido. En nuestro país, 21 mujeres fallecieron durante el proceso de parto el año pasado, según el informe de Situación de la Mortalidad Materna del Ministerio de Salud.

Para la docente de la carrera de Obstetricia de la Universidad Autónoma del Perú, Maria Soto, la mayoría de mujeres se prepara emocionalmente para el nacimiento de su bebé, pero pocas están informadas sobre complicaciones que pueden ser graves si no se manejan adecuadamente. “Estas situaciones no se presentan en todos los casos, pero cuando ocurren, requieren una intervención inmediata y especializada. Es fundamental que las gestantes acudan a sus controles prenatales y se informen sobre los posibles escenarios del parto”, sostiene.

En ese sentido, Soto da a conocer algunas de las complicaciones poco conocidas que se pueden suscitar durante el parto:

  • Embolia de líquido amniótico: Es una reacción poco frecuente pero grave, cuando el líquido amniótico ingresa al torrente sanguíneo de la madre. Puede causar una falla respiratoria o cardíaca repentina. Es una de las emergencias obstétricas más letales.
  • Acretismo placentario: Se presenta cuando la placenta se adhiere profundamente al útero, dificultando su desprendimiento tras el parto. Puede generar hemorragias masivas y, en casos extremos, requiere extracción del útero. El diagnóstico oportuno es clave para prevenir riesgos.
  • Distocia de hombros: Ocurre cuando uno de los hombros del bebé queda atascado tras la salida de la cabeza. Es una emergencia que puede poner en riesgo la vida del recién nacido. Requiere maniobras rápidas y precisas del personal médico.
  • Desgarros severos del canal del parto: Son lesiones profundas que pueden afectar músculos y esfínteres del área perineal. Si no se tratan correctamente, pueden dejar secuelas como incontinencia o dolor crónico. La reparación inmediata es fundamental para una buena recuperación.

Finalmente, la especialista sostiene que conocer estos riesgos no debe generar temor, sino motivar a las gestantes a informarse y tomar decisiones conscientes sobre su salud.

“La clave está en la prevención: asistir puntualmente a los controles prenatales, seguir las recomendaciones médicas y contar con un equipo profesional preparado. Un parto seguro comienza mucho antes del día del nacimiento y, con el acompañamiento adecuado, puede ser una experiencia positiva, poderosa y transformadora para toda madre”, concluye.