El sistema público de salud del Perú ha incorporado un nuevo tratamiento para pacientes con Hemofilia A, reduciendo significativamente el número de infusiones semanales requeridas. Esta medida beneficiará a los 1,138 pacientes registrados en el país y busca superar la crisis de desabastecimiento que marcó el año 2024, cuando solo se distribuyó el 30% de las dosis necesarias.
El tratamiento con Turoctocog Alfa Pegol, ahora incluido en el Cuadro Básico de Salud, permitirá pasar de 3-4 infusiones a solo 1 o 2 aplicaciones semanales, facilitando la adherencia al tratamiento y mejorando la calidad de vida de los pacientes, especialmente en menores de edad y jóvenes que llevan una vida activa.
La hemofilia A es un trastorno de la coagulación que puede causar hemorragias graves. Según cifras del Ministerio de Salud, el 57% de los pacientes peruanos presenta casos severos, el 73% sufre dolor crónico, y más del 50% reporta limitaciones de movilidad por daño articular. Además, un 25% ha requerido cirugía ortopédica.
El Dr. William Campano, hematólogo pediatra, destacó la dificultad en el acceso al tratamiento en zonas rurales: “El 69.2% de pacientes está en la costa, 25.5% en la sierra y solo 5.3% en la selva. Las distancias, el costo de traslado y la dificultad para conseguir citas complican aún más la situación”, señaló.
Actualmente, el tratamiento está disponible para los pacientes de EsSalud (78%) y Minsa (22%), representando un importante avance. Sin embargo, el reto persiste: se estima que el 70% de los casos de hemofilia en Perú no están diagnosticados, especialmente en regiones remotas.
La Dra. Ileana Chiari, directora médica de Novo Nordisk CLAT, resalta: “Acceder a una terapia con menos aplicaciones semanales mejora significativamente la calidad de vida y reduce la carga del tratamiento, tanto para el paciente como para su familia”.
La implementación de este tratamiento requiere también reforzar la capacitación médica en regiones, así como mejorar la logística para una distribución eficaz, especialmente en zonas con infraestructura limitada.
Este avance posiciona al Perú entre los países líderes en la región en el tratamiento de la hemofilia, marcando un hito en la atención pública de enfermedades raras. El éxito del programa dependerá de una ejecución eficiente y equitativa en todo el país.