La metástasis —la propagación del cáncer a órganos o tejidos distintos al tumor original— representa uno de los mayores desafíos médicos actuales. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la mayoría de las muertes por cáncer se deben a esta etapa avanzada de la enfermedad.
“La metástasis ocurre cuando las células cancerosas logran desplazarse a otras partes del cuerpo, viajar por la sangre o la linfa y formar nuevos tumores en órganos diferentes”, explica el Dr. Luis Torres Gil, cirujano oncólogo.“Comprender este proceso nos permite identificar los puntos donde podemos intervenir: impedir que las células se desprendan, bloquear su circulación o evitar que se establezcan en otros tejidos”, agrega.
Cómo ocurre la metástasis
El proceso no es casual ni inmediato. La National Cancer Institute (NCI) detalla que las células tumorales:
- Invaden tejidos cercanos.
- Atraviesan las paredes de vasos sanguíneos o linfáticos.
- Circulan por el organismo.
- Se detienen en capilares de un órgano distante.
- Invaden ese tejido y desarrollan un nuevo tumor con su propia irrigación sanguínea.
Entre los factores que facilitan este proceso están:
- La capacidad de las células cancerosas para cambiar de forma y movilidad, mediante la llamada transición epitelio-mesenquimal.
- La degradación de la matriz extracelular (el tejido que las rodea).
- La evasión del sistema inmunológico.
- La creación de un microambiente favorable en el nuevo órgano.
Cifras y magnitud del problema
De acuerdo con una estimación publicada en 2022, en Estados Unidos más de 623 000 personas vivían con cáncer metastásico en 2018, y se proyecta que esa cifra alcance los 693 000 casos en 2025.
“Aunque estos datos refieren a Estados Unidos, son una señal de alerta para América Latina. La propagación tumoral cambia radicalmente el pronóstico y las posibilidades terapéuticas”, advierte el Dr. Torres Gil.
Por qué algunas células logran colonizar otros órganos
No todas las células que se desprenden del tumor primario logran formar nuevas metástasis. El especialista explica que muchas mueren en el trayecto o no logran adaptarse al nuevo entorno.
“Miles de células pueden desprenderse del tumor primario, pero solo unas pocas sobreviven al viaje y se adaptan al órgano donde se asientan. Esa resistencia y capacidad de adaptación es lo que hace que la metástasis sea tan difícil de tratar”, señala Torres Gil.
Entre los factores que influyen están la irrigación sanguínea, la compatibilidad del microambiente y el estado inmunológico del paciente.
Tratamiento y prevención
La presencia de metástasis implica que el cáncer ya no está limitado a su origen, por lo que las terapias locales —como cirugía o radioterapia— no son suficientes. En esta fase, los tratamientos más utilizados son las terapias sistémicas, como la inmunoterapia o las terapias dirigidas.
“Nuestro objetivo es intervenir temprano, cuando el cáncer sigue localizado. Pero también debemos invertir en investigación que frene la capacidad de metastizar o controle mejor la diseminación”, enfatiza el Dr. Torres Gil.
En cuanto a prevención, la detección temprana, el tratamiento oportuno y el control de factores de riesgo —como tabaquismo, obesidad, sedentarismo y exposición a agentes carcinógenos— son esenciales para reducir la probabilidad de que un cáncer avance hacia la metástasis.
Hacia un mejor pronóstico
A pesar de su complejidad, los avances en biología molecular, inmunoterapia y medicina personalizada ofrecen nuevas alternativas para abordar la enfermedad metastásica.
“La metástasis es el gran desafío del cáncer moderno. Entender su mecanismo —desde la invasión local hasta la colonización de órganos distantes— es clave para mejorar diagnósticos, tratamientos y supervivencia”, concluye el especialista.
PREGUNTAS Y RESPUESTAS
¿Qué es la metástasis?
Es la propagación del cáncer desde su lugar de origen hacia otros órganos o tejidos.
¿Por qué se produce?
Porque las células tumorales logran invadir vasos sanguíneos o linfáticos, viajar y establecerse en nuevos órganos.
¿Qué la hace tan peligrosa?
La metástasis reduce las posibilidades de curación y limita la efectividad de los tratamientos locales.
¿Se puede prevenir?
Con diagnóstico temprano, control de factores de riesgo y seguimiento médico continuo.
¿Qué avances existen?
Las terapias dirigidas y la inmunoterapia permiten controlar la enfermedad y mejorar la calidad de vida.





