Ronchas, picazón o enrojecimiento del cuerpo son señales de alerta ante una alergia. (Foto:  Anastasia Gepp / Pixabay)
Ronchas, picazón o enrojecimiento del cuerpo son señales de alerta ante una alergia. (Foto: Anastasia Gepp / Pixabay)

Las alergias pueden aparecer en cualquier etapa de la vida y, según la Organización Mundial de la Alergia, afectan al menos a dos de cada diez personas en el mundo. Aunque son frecuentes, a menudo se confunden con intolerancias o infecciones virales, lo que retrasa el diagnóstico y aumenta el riesgo de complicaciones.

“El desarrollo de una alergia es una respuesta exagerada del sistema inmunológico frente a una sustancia que, en condiciones normales, no debería causar daño, como ácaros de polvo, alimentos, polen, epitelio de animales, entre otros”, explica Zullim Edith Chumbiriza Tapia, alergista de la Clínica Stella Maris. Esta reacción puede darse desde la infancia o desarrollarse de forma tardía en la adultez, incluso sin antecedentes familiares.

Causas. Las alergias ocurren, en parte, por una combinación de factores genéticos, ambientales y del estilo de vida.

“La exposición prolongada a ciertos alérgenos, el cambio climático, la contaminación ambiental e incluso un microbiota intestinal alterada pueden desencadenar alergias en etapas más avanzadas de la vida”, agrega la especialista.

Además, el proceso alérgico inicia con una etapa de sensibilización. El cuerpo identifica una sustancia, llamada alérgeno, como una amenaza. A partir de ahí, cada nueva exposición puede provocar una reacción que va desde síntomas leves hasta cuadros graves como la anafilaxia, una urgencia médica que requiere atención inmediata.

Las alergias, si no se tratan adecuadamente, pueden afectar la calidad de vida, el rendimiento escolar o laboral, e incluso derivar en cuadros clínicos graves.

Los síntomas varían según el tipo de alergia y el órgano afectado. Las manifestaciones más comunes incluyen:

¿CÓMO IDENTIFICAR UNA ALERGIA?

Alergias respiratorias. Los síntomas son estornudos, congestión nasal, tos seca, picazón en ojos o garganta.

Alergias dermatológicas. Los síntomas más frecuentes son ronchas, enrojecimiento, eccemas, picor o hinchazón en la piel.

Reacciones graves. Poner atención a dificultad para respirar, sensación de opresión en el pecho, caída de la presión arterial o pérdida de conciencia (anafilaxia).

Alergias alimentarias. Los síntomas son náuseas, vómitos, cólicos, hinchazón de labios, lengua o cara tras ingerir ciertos alimentos.

Prevención

Si tienes una reacción alérgica grave conocida, utiliza un brazalete de alerta para informar a otros en caso de una emergencia.

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