Con la llegada del verano, crece el interés por rutinas cortas, funcionales y efectivas. El entrenamiento HIIT se posiciona como una alternativa ideal para quienes buscan resultados visibles en poco tiempo y sin sacrificar la salud.
Con la llegada del verano, crece el interés por rutinas cortas, funcionales y efectivas. El entrenamiento HIIT se posiciona como una alternativa ideal para quienes buscan resultados visibles en poco tiempo y sin sacrificar la salud.

Cada vez más personas pasan gran parte del día sentadas frente a una pantalla, en el transporte o en la oficina. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 31 % de los adultos no cumple con los niveles mínimos de actividad física recomendados, lo que incrementa el riesgo de enfermedades metabólicas y cardiovasculares.

En este contexto, el entrenamiento por intervalos de alta intensidad (HIIT) se consolida como una opción accesible para quienes disponen de poco tiempo, pero buscan mejorar su condición física y bienestar mental.

HIIT: menos tiempo, más resultados

El método HIIT combina fases cortas de esfuerzo máximo con pausas activas o de recuperación, lo que eleva el gasto calórico y mejora la resistencia cardiovascular incluso después de terminar la sesión.

“Con la temporada de calor tan cerca, muchas personas buscan ponerse en forma rápido, pero lo importante no es la prisa, sino la constancia. En menos de una hora puedes activar tu cuerpo, liberar tensión y sentirte mejor. El HIIT es eficiente, funcional y sostenible”, explica Sergio Pérez, jefe del Departamento Técnico de Smart Fit.

Claves para entrenar de manera eficiente

El especialista recomienda seguir estos principios para aprovechar al máximo las sesiones de 25 minutos:

  • Combinar fuerza y cardio: alternar movimientos como sentadillas, planchas o flexiones con ejercicios dinámicos (saltos, burpees o sprints) mantiene la frecuencia cardíaca alta.
  • Ajustar la intensidad según el día: escuchar al cuerpo evita lesiones y permite progresar con regularidad.
  • Priorizar la recuperación activa: caminar o estirar entre rondas ayuda a mantener el ritmo sin sobrecargar el cuerpo.
  • Constancia y técnica: empezar con tres sesiones semanales y cuidar la ejecución son claves para ver resultados.

“Entrenar express no es hacer menos, es hacerlo mejor. Con enfoque y control, 25 minutos bien estructurados pueden ser más efectivos que una hora de rutina improvisada”, añade Pérez.

Beneficios mentales y motivación colectiva

Además de sus efectos físicos, el HIIT libera endorfinas y ayuda a reducir el estrés y la ansiedad. Para quienes prefieren ejercitarse en grupo, las clases funcionales —como Smart HIIT— ofrecen un entorno motivador que combina acompañamiento técnico y trabajo por objetivos compartidos.

“El ejercicio se convierte en una descarga de energía positiva que mejora el ánimo y la concentración, lo cual también impacta en la productividad y la calidad de vida”, concluye el especialista.