1. Los frutos secos: Unos 100 gramos de nueces crudas nos aportarán 688 kilocalorías, el 34,4% de las 2.000 diarias establecidas. Podemos excedernos en su ingesta sin darnos cuenta al distribuirlos en la ensalada del almuerzo, o machacarlos en polvo para sustituir una harina refinada.
2. El aceite de oliva: Es un componente clave en la prevención de enfermedades cardiovasculares, sin embargo, hay que tener en cuenta que una cuchara de sopa de este aceite contiene 100 calorías.
3. Las salsas y aderezos: El aporte calórico varía con tendencia a la alza. La mayonesa contiene 685 kilocalorías por cada 100 gramos, y una cucharada son 10 gramos, cada una que incorporamos al plato añade 8,5 kilocalorías. La salsa césar en cada 100 mililitros aportan 324 kilocalorías, cada cucharada que le ponemos a la ensalada aporta 32,4 kilocalorías. Y la mayonesa light también engorda.
4. Las galletas: Cien gramos de galletas tipo digestive de chocolate son 493 kilocalorías, el 24,6% de las 2.000 diarias establecidas, por ejemplo. Y es mejor prescindir de ellas si no queremos engordar. La gran mayoría de galletas contienen aceite.
5. El yogurt: Algunos contienen hasta 20 gramos de azúcar por unidad. Si no es suficiente revisar la cantidad en la ficha nutricional, revisa si se lee bífidus en el empaque, pues lo más probable es que tenga mucho azúcar.
6. Raciones en gran cantidad: No es lo mismo comerse cinco paltas a lo largo de la semana (aunque sea saludable y tiene muy buenas grasas vegetales ni te eleva el colesterol) que consumir más de cinco cada día, pues puede disparar las calorías de más, y los kilos indeseados. Hoy en día las raciones han aumentado a una cantidad insostenible, cada vez nos ponemos más raciones de alimentos. Lo importante es el autocontrol con las comidas.