El verano es la época perfecta para relajarnos, disfrutar del sol y compartir momentos inolvidables en la playa o la piscina. Sin embargo, es importante que en medio de toda esta diversión también cuidemos nuestro bienestar íntimo para sentirnos cómodas y seguras en todo momento. Según el EsSalud, de cada 4 mujeres, 3 presentan infecciones vaginales, con un aumento del 50% en el verano.
“Mantener una higiene adecuada y estar atenta a cualquier síntoma inusual es clave para cuidar nuestra salud íntima durante el verano”, destaca la ginecóloga Dra. Liana Tineo. Este consejo subraya la importancia de pequeños hábitos diarios que pueden marcar una gran diferencia en tu bienestar.
Ladysoft, marca de cuidado femenino, destaca que apostar por hábitos saludables es una forma de protegernos y sentirnos cómodas en cualquier actividad. “Cuidar nuestra zona íntima es esencial para disfrutar plenamente de cada momento, especialmente en verano, cuando factores como la humedad y el calor pueden afectar el equilibrio natural de nuestro cuerpo”, menciona la Dra. Tineo. Junto a la especialista, comparte algunos consejos sencillos y prácticos para mantenerte protegida y disfrutar al máximo de tus vacaciones:
- Elige ropa cómoda y transpirable: Opta por trajes de baño que sean de materiales de secado rápido y ropa interior de algodón. Esto ayuda a mantener la zona íntima seca y evita la acumulación de humedad, que puede ser propicia para el crecimiento de bacterias.
- No permanezcas con ropa mojada puesta: Después de nadar en la playa o la piscina, es recomendable cambiarse a ropa seca lo antes posible. Permanecer con ropa húmeda puede generar incomodidad y desequilibrar el entorno natural de tu zona íntima.
- Hidrátate y aliméntate de forma balanceada: Mantenerse bien hidratada y consumir alimentos ricos en vitaminas y nutrientes beneficia tu salud general y ayuda a fortalecer las defensas naturales de tu cuerpo.
- Mantén una buena higiene personal: Recuerda lavar bien tu zona íntima después de salir del agua y secarla cuidadosamente con una toalla limpia. Este simple hábito puede marcar la diferencia para prevenir molestias futuras.
- Escucha a tu cuerpo: Si sientes alguna incomodidad o cambio en tu zona íntima, no dudes en consultar con tu ginecólogo.
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