Expertos señalan que esto no se limita a introducir a los estudiantes en el complejo mundo de los algoritmos y automatización, sino de cultivar habilidades fundamentales como el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la creatividad.
Expertos señalan que esto no se limita a introducir a los estudiantes en el complejo mundo de los algoritmos y automatización, sino de cultivar habilidades fundamentales como el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la creatividad.

Desde asistentes virtuales hasta recomendaciones personalizadas, la Inteligencia Artificial (IA) ha llegado para quedarse y está redefiniendo la forma en la que interactuamos. En el escenario laboral, cada vez se demanda más que las personas posean las llamadas “habilidades del Siglo XXI”. Según un informe de IBM, el 28% de las empresas en Perú han implementado este tipo de tecnología y buscan profesionales que las manejen.

Este escenario despierta una necesidad desde el sector Educación para preparar a las futuras generaciones a prosperar en un mundo cada vez más digitalizado. De esa manera, en el marco del Día Internacional de la Educación (24 de enero) surge la interrogante de cómo podemos garantizar que los niños y niñas peruanos reciban una educación que los prepare para el futuro. Expertos señalan que esto no se limita a introducir a los estudiantes en el complejo mundo de los algoritmos y automatización, sino de cultivar habilidades fundamentales como el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la creatividad.

Nuevas necesidades: la enseñanza de habilidades y pensamiento computacional

Antonio Kanashiro, coordinador de competencias digitales de Innova Schools y especialista de investigación en calidad educativa, considera crucial que las escuelas fomenten una enseñanza en pensamiento computacional que fomente el desarrollo de habilidades propias de la computación –como el diseño y representación de procesos, la detección y solución de errores y el pensamiento crítico– para hacerle frente a distintos problemas. Explica que, con la llegada de la IA, la inteligencia de un estudiante ya no puede medirse solamente por su capacidad de memorizar la teoría, sino por su capacidad de adaptarse al mundo digital.

“Nuestros niños y niñas tienen la misma capacidad o mayor potencial computacional a desarrollar que un niño en Corea del Sur. Una niña del Cusco que aprende a hacer telares tiene una capacidad computacional de alto nivel para ubicar cada paso del algoritmo y es aún más alto cuando lo procesa para enseñarle a su hermanita menor. Esto nos demuestra que nuestra mina de oro, nuestro capital humano, está ahí, pero si lo vas a poner a hacer una suma repetida, estás usando una súper máquina para hacer una tarea muy básica”, señala.

Keytlin García Rurush, docente rural y especialista pedagógica, también resalta la importancia de esta forma de enseñanza. “El futuro de la educación en el Perú se ve influenciado por el crecimiento de herramientas tecnológicas e Inteligencia Artificial. Este cambio hacia un paradigma educativo más tecnológico busca preparar a los estudiantes para los desafíos del mundo contemporáneo y fomentar un aprendizaje más personalizado y centrado en el desarrollo integral de las habilidades requeridas en el Siglo XXI”, expresa.

Implementación en las escuelas y zona rural

La enseñanza en pensamiento computacional permite que los alumnos asocien el funcionamiento de la tecnología con otras materias y actividades cotidianas. Un estudiante puede aprender a programar en tres meses, pero entender los mecanismos de la IA le permitirá dominarla y generar un valor agregado a su formación. Sin embargo, tanto la educación como la conectividad comparten un reto: superar las brechas de acceso a la tecnología en el país, debido a que, según Statista, actualmente en el Perú solo alrededor del 74% de la población tiene acceso a Internet.

Aun así, Kanashiro y García Rurush coinciden en que esto, lejos de ser un obstáculo, se convierte en una oportunidad, ya que no sería necesario usar computadoras para empezar a enseñar sobre tecnología.

“El pensamiento computacional implica habilidades como la resolución de problemas, la lógica algorítmica y la abstracción, y es posible incorporarlo en el currículo educativo de manera creativa incluso sin el acceso a tecnología. Actualmente, en mi escuela rural, a pesar de las limitaciones de conectividad, lidero iniciativas centradas en el desarrollo de habilidades de pensamiento computacional y la integración de la Inteligencia Artificial en el currículo educativo”, explica la docente rural.

Por su parte, Kanashiro resalta el rol del Ministerio de Educación para aprovechar el marco curricular y aterrizarlo a los temas más actuales. Principalmente, destaca el papel de la capacitación docente en estrategias pedagógicas de pensamiento computacional. “En el Perú el talento de los docentes es increíble, lo demuestran los concursos; pero falta ver como sistematizarlo. A nivel de Gobierno Central y Gobierno Regional podríamos hacer mucho porque son los que tienen más recursos”, expresa.

Este concepto actualmente está incluido en el Diseño Curricular Básico Nacional (DCBN) para la especialidad de Matemática en secundaria. Sin embargo, aún existen oportunidades de mejora para que el currículo sea más explícito en cuanto a las enseñanzas y habilidades esperadas en los estudiantes de las 25 regiones del país. Esta nueva mirada a la Educación es lo que permitirá explotar la mina de oro del Perú: su niñez.