“Todo el partido he estado presionado, principalmente por los recogebolas, faltando 5 minutos para acabar ya habíamos empatado 1 – 1 y, vimos gente trepando la malla y sentíamos que nos iban a agredir, les dije a mis compañeros para irnos”, así recuerda los momentos de terror que vivió el arquero de los Diablos Rojos, Leao Mallma, en el duelo disputado ante Alianza Pisco, equipo que terminó agrediendo al equipo rival.
La noche del domingo 5 de octubre, se jugó el partido de vuelta entre Alianza Pisco de la región Ica y Diablos Rojos de Huancavelica. Faltando 5 minutos para que concluya el juego y daba por clasificado a los segundos, una turba ingresó al recinto deportivo, terminaron golpeando y robando pertenencias del equipo visitante.
Uno de los jugadores con más daños, fue el portero Leao Mallma, quien empezó a advertir a sus amigos sobre sujetos ingresando al campo de juego y terminó golpeado hasta quedar inconsciente sobre el gramado.
“Me agarraron en el suelo y no recuero nada más, desperté en hospital cuando me estaban preguntando mi nombre. Me reventaron la cabeza y me hicieron dos puntos. La espalda y cuello son las partes más afectadas en las que siento molestias, hoy (ayer) me hicieron una resonancia y estamos esperando los resultados”, contó Mallma.

Desde que llegaron a la ciudad de Pisco, el panorama no brindaba las garantías para que se desarrolle un juego. Hinchas del equipo local atacaron el bus de Diablos Rojos, aún así la terna arbitral y el comisario de la Copa Perú ordenaron el inicio del duelo.
“Espero que las autoridades tomen las mejores decisiones para que no se vuelva a repetir. Este tipo de acciones manchan al fútbol y sobre todo a una región como Ica, a pesar que hay buenas personas en Pisco”, acotó el deportista.