Nació en Lima en 1955. Es periodista y editora. Trabajó en la revista Caretas durante 18 años. (Foto: Cortesía)
Nació en Lima en 1955. Es periodista y editora. Trabajó en la revista Caretas durante 18 años. (Foto: Cortesía)

Teresina Muñoz-Nájar se hace preguntas y busca respuestas; esta vez aborda la triste realidad sobre las desapariciones de mujeres en nuestro país y lo hace a través de testimonios que desnudan la precariedad de la justicia en un país donde diariamente desaparecen 16 mujeres y que revelan la verdadera crisis de la seguridad y la violencia contra las mujeres.

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¿Por qué decides abordar el tema de las mujeres desaparecidas?

Siempre me pregunté qué pasaba con aquellas mujeres y niñas que desaparecen y al revisar las cifras, me encontré que son escandalosas, es decir, no son poca cosa; son alrededor de seis mil mujeres que desaparecen al año y cada día se reportan más o menos 35 desapariciones. Entonces, ¿qué pasa con esas mujeres, niñas, dónde van? ¿Dónde están? El problema es que la desaparición no es un delito, a menos que la desaparición sea forzada.

Pero las feministas, que luchan por este tema, quieren que la desaparición sea por lo menos una agravante del feminicidio porque está vinculada directamente a delitos, como la explotación sexual o trata de personas. Y es ahí donde se encuentra la discusión, porque no sabemos cuántos casos de desapariciones terminan en feminicidios, porque hay muchos casos en que los familiares no alertan a tiempo y las víctimas terminan siendo asesinadas, metidas en una maleta y enterradas en pozo profundo.

¿Qué porcentaje de esas desapariciones o presuntas desapariciones están vinculadas a feminicidios?

Sí, hay un estudio que ha hecho el propio Ministerio del Interior y que lo ha publicado este año y sólo en el 2022, se reportaron 137 feminicidios de los cuales, 22 fueron declarados previamente como desaparecidas. En el 2021, de 146 feminicidios, 19 fueron reportados como desapariciones y en el 2020, 138 feminicidios, de los cuales 34 fueron reportados como desaparecidas.

De los 465 casos estudiados por el Ministerio del Interior para elaborar el diagnóstico sobre el fenómeno de la desaparición de personas en el Perú, en 120 de ellos hay ilícitos penales: contra la libertad personal (secuestro), 24 %. Delitos contra la libertad sexual, 22 %. Delitos contra la violencia ejercida contra mujeres, 20 %.

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De estos casos de mujeres desaparecidas anualmente, ¿qué porcentaje se resuelven?

Mira, hace 17 años se dio una ley para que se haga el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y recién hace tres años tenemos un registro bien hecho, porque las personas desaparecían y luego aparecían y nadie las registraba, nadie anotaba, nadie apuntaba a nadie. Ahora están obligados a reportar y decir cuántas han aparecido cada año, desde el 2021 en adelante. Pero antes no se sabía aunque los casos se hayan resuelto; porque se daban situaciones en la que adolescentes desparecían y luego alguien las dejaba en sus casas y nadie preguntaba qué pasó, por qué desapareció y quién se las llevó.

También han sido reportadas nuevas formas de desaparición y de violencia que son las desapariciones intermitentes, donde las chicas son llevadas a la trata y regresan a sus casas; y claro, algunas lo hacen por necesidad o porque las amenazan.

Tú decides abordar el tema a partir de testimonios, a partir de casos concretos, ¿Cómo es que decides plantear de esa manera el tema?

Sí, como periodista, decidí trabajar el tema a partir de testimonios y empecé con el caso de una niña en Cusco, que termina colgada de un árbol y llevaba allí tres días muerta; la mamá fue a denunciar a la policía la misma noche en que desapareció y en la comisaría no la quisieron recibir. Se sabe que la mayor cantidad de casos de desapariciones se resuelven en las primeras 24 horas y en este caso se perdieron horas valiosas para dar con el paradero de esta niña de 14 años. Al final nunca se supo qué pasó con este caso, porque quedó archivado. No hay una explicación lógica de por qué se suicida, yo no entiendo nada, porque cuando los adolescentes se suicidan, presentan síntomas claramente; duermen de día, no tienen hambre, empiezan a cambiar su rutina y esa chica estaba contenta y feliz; hasta le dijo a su mamá que le cocinara algo rico, y horas después termina colgada de un árbol.

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¿Pudo haberse tratado de un feminicidio?

Así es. Ahora se habla del suicidio feminicida, que es un concepto nuevo en los temas de violencia, que es cuando tú obligas a la niña a suicidarse. En Ecuador hubo el caso de una niña que fue violada sistemáticamente por el director de su colegio, quedó embarazada y el director la mandó al médico del colegio para que le practicara un aborto y ese médico le hizo el procedimiento, pero primero la violó y la niña al día siguiente se tomó unas pastillas de plomo blanco y se suicidó; y es por ese caso que ahora se tipifica como suicidio feminicida.

¿Qué papel juega el Estado en todo esto? Juega un papel importantísimo, porque el Estado, a través de la División de Personas Desaparecidas, que está a cargo de la Policía del Ministerio del Interior, trabaja estos temas; pero muchas veces no tienen recursos para salir a buscar a las personas desaparecidas, la mayoría de las comisarías no tienen Internet o no tienen capacitación. No saben cómo proceder y eso que hay protocolos y reglamentos, pero lo que falta es capacitación, sensibilización, porque el problema no es prioritario y no le prestan atención a este tema. Es por eso que el Estado es absolutamente responsable y a veces cómplice.

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