Wilfredo Oscorima, seis meses en la clandestinidad, mientras que el GRA aún no tiene autoridad

Hoy se cumplen seis meses desde que el suspendido gobernador,Wilfredo Oscorima Núñez entró a la clandestinidad tras ser sentenciado a cinco años de cárcel por el Tercer Juzgado Unipersonal de la Corte Superior de Justicia de Ica, los mismos que fueron ratificados en segunda instancia, el pasado 18 de noviembre.

HECHOS.El pasado 16 de junio, Oscorima Núñez y otros cuatro coprocesados en el caso maquinarias fueron sentenciados a penas privativas de libertad a partir del cual la mayoría Tony Hinojosa, Edwin Teodoro Ayala y Rosauro Gamboa se encuentran prófugos de la justicia y sólo uno, Walter Quintero, está recluido en el penal Cristo Rey de Cachiche de la ciudad de Ica.

Según sus representantes legales, Wilfredo Oscorima permanecerá en la clandestinidad hasta conocer los resultados de la casación al que apeló tras su sentencia en segunda instancia a fin de evitar ser encarcelado “de manera injusta”.

A raíz de esta situación de no habido y la falta de eficacia por parte de los efectivos policiales para su captura se han generado diversas conjeturas, como el caso de Carlos Herencia, quien refirió que no logran atraparlo por el poder económico que posee.

Estas suspicacias incrementaron a raíz de la difusión de un audio, donde Wilfredo Oscorima mediante llamada telefónica, ofrecía dinero al consejero Vicente Chaupín a cambio de su voto a favor de su candidato para las elecciones de las nuevas autoridades, el cual evidenciaría que el prófugo tiene libre comunicación con personal de su entorno, tanto amigos como familiares. La justificación del director de la Dirtepol, Miguel Limo fue que no lo capturan porque los prófugos no se encuentran en Ayacucho.

Pese al tiempo transcurrido, hasta el momento el Gobierno Regional de Ayacucho continúa siendo dirigido por el también sentenciado Víctor De la Cruz, pues recién el último 04 de diciembre se eligieron a Jorge Julio Sevilla como gobernador y Máximo Contreras como vicegobernador, quienes se encuentran a la espera del reconocimiento formal por parte del Jurado Nacional de Elecciones.