En el sistema de pensiones del Perú existe un grave problema en lo que respecta a la restricción a la capacidad de libre elección del aportante. La imposición de optar entre una Administradora de Fondo de Pensiones (AFP) y la Oficina de Normalización Previsional (ONP), sin alternativas, es un acto violento por parte del Estado, que atenta contra un principio fundamental: la libertad.

Urge una reforma que restituya a las personas el derecho de decidir sobre sus aportes. La libertad de escoger entre la AFP, ONP o incluso abstenerse de aportar debe ser una decisión personal. La responsabilidad individual en la gestión de ingresos debe ser el pilar sobre el cual se construye el sistema. El Estado, al imponer cuales deben ser las opciones, restringe el libre albedrío financiero de los peruanos.

Los fondos se deben disponer en cualquier momento de forma libre, aun si decido aportar.

Las personas deben tener el poder de decidir sobre sus recursos, sin restricciones. Esto no solo fomenta la responsabilidad individual, sino que brinda flexibilidad ante eventualidades económicas.

La reforma propuesta no solo busca corregir la actual limitación de opciones, sino que promueve la confianza en el sistema. Al empoderar a los ciudadanos para manejar sus pensiones, se fomenta la participación activa y consciente en su propio bienestar financiero siendo ellos los mejores gestores sobre sus recursos. Se debe recuperar la libertad, al tener una verdadera capacidad de elección y permitir el retiro libre de fondos.