Los repetidos sismos que se registran en la región vienen poniendo en grave peligro la estabilidad estructural del antiguo Palacio Municipal de Pisco, una edificación de 95 años declarada monumento histórico nacional. Esta emblemática construcción, ubicada en plena Plaza de Armas, permanece en total abandono desde hace más de 18 años, a pesar de su valor arquitectónico y cultural.
Abandono y riesgo latente
El más reciente sismo, de magnitud 5.3, ocurrido a las 6:40 a.m. con epicentro en el océano Pacífico —a 29 kilómetros al oeste de Pisco— volvió a despertar la preocupación de los ciudadanos. El movimiento, que alcanzó una intensidad de III-IV en la escala de Mercalli Modificada, no provocó daños materiales graves, pero sí expuso una vez más el deterioro de la parte superior del ex palacio, especialmente en la zona donde se ubicaba un antiguo reloj, cuyo techo continúa colapsando progresivamente con cada nuevo sismo.
El área de Defensa Civil de la Municipalidad Provincial de Pisco no ha reportado daños personales ni estructurales significativos tras el evento, mientras que la Dirección de Hidrografía y Navegación de la Marina de Guerra del Perú descartó la posibilidad de tsunami en el litoral peruano debido a la baja intensidad del sismo.
Sin embargo, el deterioro del antiguo palacio continúa sin intervención. Este edificio, cuya construcción se inició en 1928, fue una de las obras más ambiciosas de la época, financiada con recursos provenientes de la bonanza por la exportación del algodón Tangüis. La inauguración del inmueble se realizó el 23 de febrero de 1930, en conjunto con el desaparecido Hospital San Juan de Dios.

Hoy, el antiguo Palacio Municipal luce abandonado, desmantelado y parcialmente quemado. Personas en situación de calle pernoctan en su interior, sin que se hayan implementado medidas de seguridad ni acciones concretas para su recuperación. El inmueble se mantiene en pie de forma precaria, y representa una amenaza para los transeúntes y visitantes del centro histórico de Pisco.

Por otro lado, transportistas que cubren la ruta Humay–Huáncano han reportado constantes caídas de rocas en la vía Los Libertadores–Wari tras los sismos, situación que incrementa el riesgo de accidentes de tránsito. Por ello, piden a las autoridades mayor atención y prevención en las zonas más vulnerables.
Este nuevo sismo revive en la memoria de los pisqueños la tragedia del 15 de agosto de 2007, y pone en evidencia la necesidad urgente de tomar acciones concretas para proteger el patrimonio histórico, garantizar la seguridad pública y reforzar la preparación ante desastres naturales, en una región marcada por su ubicación dentro del Cinturón de Fuego del Pacífico.
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