Ica se alzó como la principal región exportadora de pisco, al enviar 1 millón 48 mil litros de la bebida bandera durante el 2024, informó la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES). Precisamente, las empresas exportadoras con base en Ica lograron exportar un 41.7% más de pisco que en 2023, superando los envíos de Lima, una región que usualmente lideraba las exportaciones.
Inversión y crecimiento
“Estos resultados no solo consolidan a la región como un actor clave en el mercado internacional, sino que también representan una oportunidad estratégica para impulsar el desarrollo económico local. Este dinamismo se traduce en la creación de más empleo en toda la cadena productiva, desde la viticultura hasta la comercialización, beneficiando a pequeños productores y trabajadores del sector. Para maximizar este impacto, es clave fortalecer la infraestructura y la capacitación técnica, permitiendo que más emprendedores se sumen a esta industria”, comentó Gustavo Meza, economista de REDES.
Según Ronnie Shialer, jefe de Producción en Pisco Huamaní, el 2024 ha sido un año de crecimiento positivo para las empresas pisqueras de la región. La apertura de nuevos mercados, como el italiano, ha impulsado la demanda de manera considerable. Asimismo, el mercado chino está registrando un crecimiento significativo, consolidando la expansión internacional del pisco.
“Esto permite que diferentes marcas de pisco ingresen con mayor volumen al mercado internacional. Otro factor clave ha sido el reconocimiento de la UNESCO y la valorización del pisco a nivel global, lo que fortalece aún más su posicionamiento y contribuye al crecimiento del sector. Todo indica que en 2025 esta tendencia continuará en ascenso”, apuntó.
Informalidad y asociatividad
A fin de apuntalar más estos resultados, la industria pisquera enfrenta distintos desafíos. De hecho, para producir pisco es necesario contar con grandes cantidades de uvas pisqueras, que pueden ser aromáticas o no aromáticas. Estos cultivos son sensibles a olas de calor como las ocurridas el año pasado, que pueden llevar a un adelanto en la cosecha. En ese sentido, la industria pisquera debe adaptar sus procesos para responder a los factores climáticos.
“Uno de los desafíos para el sector es la formalización y la asociatividad entre sus productores, pues, para los pequeños productores, es más difícil poder negociar con empresas extranjeras interesadas en el producto. Y si producen pisco de manera informal, exportar sus productos no es una opción. Recordemos que la asociatividad y la formalización permiten a los productores acceder a financiamiento formal, lo que se traduce en posibilidades para obtener nuevas tecnologías y mejorar sus procesos”, destacó Meza.
Otro reto fundamental para la industria pisquera es la optimización de la cadena logística y la reducción de costos operativos. Dado que la exportación de pisco implica altos costos de transporte, aranceles y distribución, es crucial mejorar la eficiencia en estos procesos. La implementación de alianzas estratégicas con operadores logísticos, la optimización de rutas de exportación y el acceso a programas de facilitación del comercio pueden contribuir a hacer más competitivo el producto en el mercado internacional.
Fortalecer la exportación en regiones
Si bien las exportaciones iqueñas de pisco destacaron, no sucedió lo mismo con otras regiones productoras, pues las exportaciones registraron una caída del 14.6% en volumen y generaron 8.9 millones de dólares, un 7.9% menos que en 2023. Este descenso se debió principalmente a la menor demanda de los principales mercados internacionales, como Estados Unidos, España y Países Bajos.
“Desde 2023, países como Estados Unidos y España han reducido sus volúmenes de importación de pisco. Estos dos mercados concentran cerca del 50% del total exportado, por lo que sus fluctuaciones inciden directamente en la dinámica del sector. En este contexto, la estrategia clave para impulsar el crecimiento de la industria radica en la diversificación de destinos de exportación, mitigando la dependencia de mercados específicos y optimizando la resiliencia comercial. Para ello, es fundamental fortalecer la promoción internacional, identificar nuevas oportunidades comerciales y establecer alianzas estratégicas que faciliten el acceso a mercados emergentes”, enfatizó Meza.
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