El afán de lucro fácil de los delincuentes no tiene cuando acabar en la provincia de Pisco, donde cada cierto tiempo se conoce de un hecho relacionado con la extorsión de negocios o comerciantes quienes al no ceder al chantaje reciben un explosivo en la puerta de su negocio como acto de intimidación.
Esto le sucedió a los propietarios de la pollería Palomino, quienes tiene locales en Pisco y el distrito de San Andrés, siendo este último atentado por extorsionadores a las 12.20 de la madrugada del último martes, cuando el local había cerrado.
Este local de la pollería fundada por el patriarca de la familia, Máximo Palomino Bautista, se ubica en la calle Ica N° 329, donde llegó un sujeto que vestía capucha ploma, pantalón celeste y zapatillas oscuras, quien prendería una dinamita en una de las ventanas del local.
Lo que vino después fue una explosión que afectaría las lunas de las puertas y ventanas de la pollería, quedando todo registrado mediante las cámaras de seguridad con las que cuenta el establecimiento comercial. Sobre el atentado sufrido, los responsables del negocio publicaron en las redes.
“Continuaremos con el mismo cariño para todos, ni la envidia, ni los malos deseos, tampoco la extorsión serán motivos para detener nuestra labor cotidiana. Papá Dios sabe lo que hace y él es nuestro escudo y fortaleza”, escribieron en las redes