:quality(75)/author-service-images-prod-us-east-1.publishing.aws.arc.pub/elcomercio/98448bc7-d1ed-47a1-909e-fbdec178cdcd.jpg "Foto de Redacción Diario Correo")
La Fuerza Aérea del Perú (FAP) rendirá un homenaje póstumo a la alférez FAP Ashley Vargas Mendoza, quien fue hallada sin vida el 5 de junio, en el fondo del mar frente a la playa Mendieta, en la provincia de Pisco, tras desaparecer durante una misión de instrucción en navegación táctica a bordo de una aeronave militar.
Traslado a la capital
El féretro de la joven piloto será trasladado desde Pisco hasta la ciudad de Lima, y a su llegada a la Base Aérea Las Palmas, ubicada en el distrito de Santiago de Surco, se le rendirán los honores correspondientes en una ceremonia solemne presidida por el Alto Mando institucional de la FAP.
Los actos fúnebres se llevarán a cabo en las instalaciones del Ala Aérea N.º 6 en Las Palmas. El sepelio se realizará en el cementerio Jardines de la Paz, en el distrito de La Molina.
A través de la página de Facebook “Unidos por FAP Ashley Vargas”, sus familiares invitaron públicamente a quienes deseen acompañarlos en el último adiós a la joven oficial, recordada por su vocación de servicio y compromiso con la patria.
Tras el hallazgo del cuerpo, la Primera Fiscalía Penal de Pisco asumió la investigación del caso bajo la figura de un posible homicidio culposo. Según informó el Ministerio Público, se han iniciado diligencias “urgentes e inaplazables” para esclarecer las causas del fallecimiento y determinar posibles responsabilidades.
De acuerdo con el reporte oficial, el cadáver fue localizado a una profundidad de 25 metros, en el lecho marino frente a la playa Mendieta, envuelto en un velamen y junto a restos de la cabina de la aeronave KT-1P, que pilotaba la alférez durante su misión.
Luego del rescate, los restos de Vargas Mendoza fueron trasladados a la morgue de Pisco, donde permanecieron cerca de 24 horas antes de ser llevados a Lima en cortejo fúnebre.
Cadete destacada
Ashley Vargas ingresó a la Fuerza Aérea del Perú como parte de una nueva generación de aviadores militares. Tenía 24 años al momento de su fallecimiento, y era reconocida por sus cualidades profesionales y su dedicación al servicio.
Su trágica muerte ha generado consternación en el ámbito militar y civil, y ha reabierto el debate sobre las condiciones de seguridad en las misiones de instrucción aérea.
Cabe señalar que, Ashley Vargas tenía una marcada inclinación académica y una carrera militar con gran proyección. Ocupó el primer lugar en la Escuela de Formación de Pilotos de la Fuerza Aérea del Perú (FAP) N.º 51 y recibió en 2022 la Espada de Oro de manos de la presidenta Dina Boluarte, el más alto reconocimiento otorgado a un cadete.
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